Debido a los altos costos que representa adquirir uno de estos bombillos, la mayor parte de los clientes optan por la compra del más económico. Galvis también indicó que hace falta una mayor distribución de los bombillos incandescentes, debido a que esto es lo que se vende en la actualidad. Ahora ya no se trata de escoger entre marcas, sino en la cantidad de dinero que pueda ahorrarse, pues comprar un bombillo ahorrador se ha transformado en un lujo que pocos pueden darse y que la mayoría ya no puede hacerlo sin afectar la posibilidad de costear otras necesidades básicas.
Sin embargo, aunque la mayoría de los bombillos presenten un costo elevado, aún se pueden encontrar en el mercado sin necesidad de hacer una cola, en comparación a los productos de la canasta alimentaria y otros. La dependiente enfatizó que a pesar de la poca distribución, siempre hay variedad para ofrecerle al cliente y que sea él quien elija cuál llevar.
Se conoció que el bombillo incandescente de 60W tiene un costo alrededor de 450 bolívares en las ferreterías de la Isla, razón por la que se ha convertido en la primera opción de compra para muchos neoespartanos. Mientras tanto, un bombillo ahorrador de energía de 23W, marca Philips, está aproximadamente en 1.200 bolívares.
Tomando como referencia estos precios que se encontraron en el mercado, luego de un recorrido a varios establecimientos de la entidad, surge una interrogante: ¿cuál sería entonces el costo de cambiar o sustituir todos los bombillos de una vivienda?
Una respuesta razonable sería el salario mínimo de una persona, aproximadamente. Dependiendo del número de integrantes del núcleo familiar y de quienes generen ingresos económicos, se podría determinar en cuánto tiempo se logra reemplazar todos los bombillos que se necesiten en el hogar.