Un grupo de tambores, amenizado por estudiantes de la Unefa Vargas, animaron la jornada. El Aeropuerto Internacional Simón Bolívar retumbaba con el estruendoso sonido de festejo que recibía a los 12 atletas que conforman el equipo nacional que participó en la justa mundialista.
Yohana Sánchez y Antonio Díaz, fueron los más aclamados. Ambos medallistas de oro, encabezaban el grupo de karatecas que saludó y agradeció el gesto de los presentes. Sánchez no paraba de llorar. Apenas salió del área de inmigración, la conocida «China» no pudo esconder la emoción que sentía. De repente se fundió en un emotivo abrazo con su papá, quien levantó su brazo como señal de victoria. Más lágrimas se asomaron.
Díaz sonreía. El ahora campeón mundial de kata, aplaudía y saludaba fraternalmente a sus cercanos. Hasta se atrevió a bailar e intentó seguirle el paso a una joven que lo invitó a sacudir sus caderas al ritmo del tambor. Con una amable sonrisa admitió que el baile no era lo suyo.
La plana mayor de Mindeporte estuvo presente en el caluroso recibimiento. El ministro Héctor Rodríguez estuvo acompañado por los viceministros Elsa García y Alejandro Terán y casi todos los medios de comunicación estaban atentos a la llegada de los deportistas.
«Estoy absolutamente emocionada y no tengo como agradecer todo esto «, dijo Sánchez, quien dedicó la hazaña a su familia y sus compañeros de equipo. Nuevamente manifestó su sensibilidad y más lágrimas de alegría brotaron de sus ojos.
«Aún no me lo creo. Es difícil aceptar que soy campeona del mundo», agregó.
Por su parte, Díaz se mostró satisfecho por lo conseguido este año, ciclo que culminó con la presea dorada de Serbia. «Ha sido un año perfecto. Desde el Abierto de París a principios de año hasta el Mundial de octubre, todo salió bien. Esto es un sueño hecho realidad», dijo.
Venezuela conquistó un inédito cuarto lugar en el Campeonato Mundial celebrado entre el 24 y 31 de octubre en Serbia. Antonio Díaz y Yohana Sánchez destronaron a los anteriores campeones mundiales en kata y máximos favoritos de la competencia: el italiano Luca Valdesi y la vietnamita Hoang Ngan Nguyen.
Con dos metales dorados, la delegación criolla superó a países de gran tradición y proyección internacional en las artes marciales, como Francia, Rusia y Estados Unidos, asentándose como potencia mundial en esta actividad. Por ello hay motivos suficientes para celebrar.