La madrugada de este viernes comenzó la repatriación a Bélgica de las víctimas del accidente de autobús en el que 28 personas perdieron la vida el pasado martes en el cantón de Valais, ubicado en el sur de Suiza.
Los primeros ocho menores heridos de menor gravedad en el siniestro regresaron a Bélgica en vuelo a última hora del jueves desde Suiza. Los familiares de las víctimas mortales llegaron en otro vuelo poco después de la medianoche, según informa la prensa local y se espera que la repatriación de los restos de los fallecidos comience alrededor a primera hora de la mañana de este viernes.
El Gobierno de Bélgica ha fletado tres aviones C-130 Hércules que partirán del aeropuerto de Sion, adonde fueron trasladados todas las víctimas para su identificación. En algunos casos, se han necesitado pruebas de ADN adicionales por el fuerte impacto.
Día de luto nacional
El Gobierno federal de Bélgica decretó este viernes como día de luto en todo el país, que guardará un minuto de silencio a las 10.00 GMT, tras el que repicarán las campanas de todas las iglesias belgas.
Las banderas instaladas en los edificios y lugares públicos ondearán a media hasta en señal de duelo hasta el sábado además y las campañas de las iglesias sonarán en su honor, aunque los actos de recuerdo no han dejado de sucederse como demuestra la homilía en la iglesia de San Juan en Lommel, a la que asistieron más de 2.500 personas.
“Nuestro país vive uno de sus momentos más tristes. Tres meses después de la catástrofe de Lieja, nuestro país es golpeado duramente de nuevo. Vivimos una tragedia nacional”, dijo el primer ministro, Elio Di Rupo, ante un pleno especial del Senado en recuerdo de las víctimas.
En la madrugada del martes, un total de 28 personas 22 niños y cuatro adultos– murieron y 24 resultaron heridas todas menores, cuando el autobús en el que regresaban de unas vacaciones en un campamento de esquí en el complejo turístico de Val d’Anniviers chocó contra una de las paredes del túnel de Sierre por el que circulaba.