La superproducción presupuestada en 410 millones de dólares se verá en los cines de todo el mundo el Viernes Santo. La atención está mayormente puesta en la interpretación de Affleck del Caballero Oscuro ya que la última vez que el actor se colocó el traje de otro héroe, que curiosamente pasó por el lápiz de Frank Miller, no le fue muy bien
La pelea del siglo ha llegado y los contendientes están listos. Uno es un vigilante que protege al hombre común de villanos, que no son muy normales, con los recursos adquiridos durante años de preparación y una de las fortunas más grandes del planeta. El otro es definido como el arquetipo del justiciero que defiende la ley y el orden al pie de la letra, a pesar de ser un alienígena que destaca no tanto de los terrícolas por su físico, sino por sus poderes.
Se trata de Batman y Superman, quienes el Viernes Santo se enfrentarán en todos los cines del mundo, en lo que es una de las peleas más esperadas de este año. La confrontación, salida de los sueños más locos de Frank Miller, quien luego plasmaría en las viñetas de DC comics con Batman: The Dark Knight Returns; viene bajo la dirección de Zack Snyder (300 y Wachtman) y el guion de Chris Terrio, David Goyer.
La producción, protagonizada por Henry Cavill y Ben Affleck, en las pieles del hijo de kripton y el caballero de la noche, respectivamente, contará con la presencia de Gal Galdot, quien encarnará por primera vez en la gran pantalla a la Mujer Maravilla, con Jesse Eisenberg, que será el organizador de la pelea encarnando a Lex Luthor y Jeremy Irons, como fiel mayordomo de Bruce Wayne -Batman-. También harán una rápida presencia Aquaman, interpretado por Jaison Mamoa, y Flash, protagonizado por Ezra Miller.
Aunque la película cuenta con un presupuesto de 410 millones de dólares y significaría un punto de inflexión en los filmes de superhéroes cuya taquilla es dominada por Marvel, la casa editorial rival de DC comics, la atención está mayormente puesta en la interpretación de Affleck del Caballero Oscuro ya que la última vez que el actor se colocó el traje de otro héroe, que curiosamente pasó por el lápiz de Frank Miller, no le fue muy bien.