El avión aterrizó en el aeropuerto internacional Louis Armstrong, de Nueva Orleans, a media mañana.
Obama planeaba visitar las playas junto con el almirante Thad Allen, de la Guardia Costera, y ver a funcionarios locales. Su visita se produce un día después de una conferencia de prensa en la Casa Blanca donde asumió responsabilidad por la catástrofe. El viaje tiene por objeto demostrar su compromiso.
Obama llegó 38 días después que una explosión destruyó una plataforma petrolera submarina que mató a 11 trabajadores y empezó a despedir crudo en las aguas del Golfo. Mientras tanto, British Petroleum trabajaba para cegar el pozo en una operación cuyo resultado podría conocerse en un par de días.
Se anticipa que Obama, quien pasará el fin de semana del Día de Conmemoración de los Caídos en su casa de Chicago, acudirá a una sesión informativa en una base de la Guardia Costera en Grand Isle, Luisiana. La sesión será dirigida por el almirante Allen, que supervisa la respuesta al derrame.
La plataforma de crudo usada por BP PLB estalló el 20 de abril.
La visita del presidente, segunda a la devastada región desde que empezó la tragedia, llega en un momento de frustración creciente a lo largo de la costa y en el país en general, debido a la incapacidad de BP y del gobierno de parar el flujo de petróleo que está dañando la vida marina y la economía local.
BP trató por segundo día el jueves de frenar el derrame de casi una milla de profundidad en el Golfo.
Tras un retraso de 18 horas para asesorar el progreso y reponer materiales, la empresa reanudó la tarea de inyectar lodo pesado para intentar tapar la fuga.
Varios funcionarios dijeron que hasta finales del viernes o incluso el fin de semana la empresa no sabrá si el procedimiento de tapado tendrá éxito.
Los periodistas de Associated Press Mary Foster y Kevin McGill en la costa de Luisiana contribuyeron con este reporte.
The Associated Press