“Tenía varios proyectos de diferente envergadura ese viernes”, declaró el abogado Geir Lippestad, citado por el periódico Aftenposten.
“Sucedieron cosas ese día que no quiero abordar que hicieron que las cosas se desarrollaran de forma diferente a lo que él había previsto”, añadió.
Behring Breivik, de 32 años, confesó ser el autor del tiroteo del 22 de julio contra jóvenes laboristas en la isla de Utoya, cerca de Oslo, y del atentado con coche bomba perpetrado poco antes contra la sede del gobierno.
Según el último balance de la policía, 76 personas murieron en estos dos ataques.