Aumentan a 2.039, los muertos por terremoto en China.

      Los muertos por el terremoto de 7,1 grados de magnitud en la escala abierta de Richter que el pasado miércoles sacudió la provincia china de Qinghai aumentaron a 2.039, mientras la nieve, la lluvia y los fuertes vientos dificultan las labores de rescate.

 Además, fuentes de la oficina central de rescate señalaron que al menos “12.135 personas están heridas, de las cuales 1.434 se encuentran en estado grave”, y 195 permanecen desaparecidas.

Los efectivos de socorro continúan las labores de desescombro para localizar supervivientes, y ayer se salvó a una niña de cuatro años de edad, una mujer de 68 años y a una tercera fémina tibetana.

La niña y la mujer de 68 años fueron mantenidas con vida gracias a que sus familiares les facilitaron alimentos por los huecos que quedaron entre las ruinas y les ayudaron con palos de bambú, comentó el canal de televisión estatal CCTV.

Por otro lado, el Departamento de Asuntos Civiles de Qinghai subrayó que las autoridades indagan sobre el número de huérfanos que carecen de familiares que les puedan atender, y sus adopciones comenzarán lo antes posible.

Además, el seísmo ha terminado con 40.879 cabezas de ganado, lo que supone el 7,6 por ciento de total en esta región compuesta en su mayoría por pastores muy pobres.

Mientras, las autoridades apuntaron que el suministro de energía, destruido por el terremoto y uno de los motivos por los que se han visto perjudicadas las labores médicas y de salvamento, ha sido restablecido casi por completo.

El último envío de ayuda, procedente del Ministerio de Comercio, consiste en 3.000 estufas y algunas tiendas de campaña, que se espera que lleguen hoy a Xining, la capital provincial, antes de partir con destino a Yushu, la zona devastada por el seísmo y situada a 4.000 metros sobre el nivel del mar.

El Ministerio de Asuntos Civiles indicó que la mayoría de supervivientes cuentan con alimentos y agua para los próximos días, y se cobijan en tiendas de campaña frente temperaturas que alcanzan los tres grados bajo cero durante la noche.

Por el momento, se ha recibido 85,8 millones de dólares (63,7 millones de euros) en donaciones, de los que 60 millones son efectivo y el resto en material.

Por su parte, el viceprimer ministro chino, Hui Liangyu, anunció que se pondrá en marcha los planes de reconstrucción de la zona.

“Debemos planear proyectos y plazos de reconstrucción con base en evaluaciones científicas, con una buena planificación y cumplirlos tan pronto como sea posible”, sentenció Hui.

Ingenieros estatales han comenzado a desplazarse al lugar para evaluar la catástrofe y las posibilidades de reconstrucción.

El Consejo de Estado ha declarado un día de luto oficial por los que perdieron la vida.

EFE