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Los corrimientos de tierra y los flujos de lodo son los responsables de dos tercios de muertes y desapariciones causadas por el «Fanapi», aseguró el secretario general del gobierno de Cantón, Tang Hao, quién añadió que las zonas más afectadas son el municipio Magui y el pueblo de Pingtang, de las ciudades de Gochuan y Xinyi, respectivamente.
Hasta el mediodía de ayer domingo, más de un millón y medio de personas de nueve ciudades de Cantón se vieron afectadas, unas 128.000 fueron desalojadas, 16.000 casas fueron destruidas y 66.400 hectáreas de cultivo quedaron dañadas.
Así, las pérdidas económicas de este desastre alcanzaron los cinco mil millones de yuanes (745 millones de dólares, 554 millones de euros).
El gobierno provincial destinará 240 millones de yuanes (35 millones de dólares, 26 millones de euros) a la reconstrucción de las zonas afectadas y, según las autoridades, gran parte de este dinero se destinará a los familiares de las víctimas y a la construcción de nuevas casas antes de que llegue el Año Nuevo Chino, que se celebrará dentro de unos cuatro meses.
El departamento local de agricultura comenzó a desinfectar las áreas dañadas para evitar brotes de enfermedades, para lo que se van a usar 50 toneladas de antisépticos.
Los habitantes que pudieron regresar a sus hogares después de que las inundaciones cesasen contribuyen en las tareas de limpieza de barro con palas y azadas.
El «Fanapi», que en uno de los dialectos de Micronesia significa «pequeñas islas del atolón», alcanzó el pasado lunes la vecina provincia china de Fujian tras su paso por la isla de Taiwán, donde causó tres muertos y decenas de heridos.
En Fujian, donde se registraron lluvias superiores a 200 milímetros, no se reportaron víctimas.
China sufre este año sus peores inundaciones durante la temporada del monzón desde 1998, con más de 3.000 muertos y 1.000 desaparecidos.
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