CARACAS.- La desesperación se apoderó de Ramón Pedraza, un padre de familia de 67 años de edad, quien arrastraba pimpinas de gasolina que tuvo que vaciar para poder cargar agua. Hace un esfuerzo sobrehumano para llevar los recipientes de plástico y descender por las escaleras de cemento que conducen al barrio San Agustín, en Caracas.
El Programa Venezolano de Educación-Acción en Defensa de los Derechos Humanos (Provea) denunció este lunes que ciudadanos buscan agua en el río Guaire.
«¿Hasta cuándo la crueldad de la dictadura de Maduro someterá a la población a sufrimientos innecesarios? Nicolás Maduro es responsable del apagón y de los sufrimientos del pueblo, debido a su actitud indolente, ante reiteradas advertencias de expertos sobre crisis del sector eléctrico», advirtió la organización, y difundió un video en el que se observó a las personas recogiendo agua a la orilla del río caraqueño.
El apagón nacional, que inició el pasado jueves 7 de marzo, disminuyó el cauce del Guaire, pues las estaciones de bombeo de agua quedaron afectadas por la falta de energía eléctrica.
Los residentes de Caracas también han optado por buscar agua en El Ávila.
El camino es largo. Pedraza debe bajar más de 50 escalones hasta la autopista Francisco Fajardo para, posteriormente, llegar al río Guaire, que a pesar de ser un cauce de agua contaminada le ha servido para el consumo en los días oscuros que han marcado al país por más de 90 horas.
Detrás de él viene un grupo de personas que se desesperan porque no cuentan con el servicio desde hace dos semanas. Cualquier vehículo para trasladar los envases es válido, desde carritos de supermercado que se han encontrado abandonados en depósitos de basura hasta cuerdas que sirvan para atarse los depósitos al cuerpo y poder correr aún más rápido para poder cargar el agua.
Tener gas es un privilegio. Orfilia afirma que el camión que reparte el servicio solo viene en horas de la madrugada, y si las personas no dispongan de efectivo, tienen que esperar hasta el próximo jueves para poder comprar el combustible, por lo que muy pocas personas tienen gas en sus casas para hervir el agua para el consumo. Su solución es exponerse a las enfermedades por la necesidad de un sorbo de agua que no han recibido en días.
Las declaraciones fueron recogidas mientras varias personas corrían para obtener un puesto en una cola que se transformó es un lugar donde reinó la anarquía. La madres, que se encontraban solas, transportaban los botellones en carritos de juguete para niños; otras no tenían más opción que llevar el peso del líquido encima de los hombros mientras sus hijos llevaban pequeños depósitos de agua