MARACAIBO, VENEZUELA.- Los restos de Dave Enrique Molina Muñoz (41) reposan sobre una cama individual desde el 31 de diciembre. Su familia no tiene recursos para sepultarlo. No descartan enterrarlo en su casa si no consiguen ayuda.
Sobre una cama individual, vestida con un edredón roto y de colores pálidos por su deterioro, reposan desde el pasado sábado 31 de diciembre los restos de Dave Enrique Molina Muñoz (41), quien murió a las 7:30 am tras sufrir un paro respiratorio.
La familia de Molina es de bajos recursos y no cuentan con un servicio funerario para velar y sepultar el cadáver, así que optaron por improvisar en su casa con lo que tienen, y en la sala ubicaron la cama de madera como si fuera la urna. Ahí velan al hombre, a quien vistieron de traje formal y cubren con una sábana desde hace dos días, reportó elpitazo.
El olor putrefacto se percibe desde esta mañana en la casa ubicada en el barrio Rafael Urdaneta, calle 65-A de la parroquia Carracciolo Parra Pérez, al oeste de Maracaibo. Las seis personas que habitan en la vivienda, tres niños y tres adultos, duermen desde ayer en el patio y permanecen fuera durante el día para evitar una contaminación.
Giorgina Morales, madre de crianza del difunto, clama por una ayuda. “Ya voy pa’ tres días con el cuerpo de mi hijo aquí, ya lo quiero es que tenga su cristiana sepultura. El temor que tengo es que se nos explote”, contó la mujer, que pide la asistencia de las autoridades regionales y municipales para conseguir una fosa común.
Informó que el lunes 31, cuando murió su hijo, quien padecía Síndrome de Down, visitaron la Alcaldía de Maracaibo y la Gobernación de Zulia para solicitar ayuda. “En la Alcaldía nos dijeron que no había nadie que nos atendiera y que volvían a trabajar el 7 de enero”.
Costear un servicio funerario no está al alcance de la familia de Dave Molina. Morales dijo que buscaron tres presupuestos y les pidieron 198.000, 135.000 y 128.000 bolívares soberanos. “Nosotros no tenemos para pagar eso”.
La descomposición del cuerpo no es mayor porque los vecinos contrataron este lunes el servicio de preparación del cadáver. “Entre todos aportaron y se reunieron 12.000 bolívares soberanos, que fue lo que cobró el preparador, pero ya comienza a salir el olor”.
Morales y su familia esperan poder conseguir una ayuda para poder enterrar a su familiar, de lo contrario no descarta enterrarlo en su casa. “Será que tendré que hacer un hueco en la calle y meterlo ahí”.