El mandatario, quien asumió la Presidencia el sábado pasado, no responsabilizó de inmediato a ningún grupo armado por el ataque, el primero en su gobierno y que afectó a decenas de oficinas privadas, incluida la sede de la cadena radial Caracol, dijo Reuters.
«Como todo acto terrorista, lo que quiere es perturbar, generar miedo en la población, generar escepticismo en la gente, en las autoridades, eso no lo van a lograr. Lo que nos recuerda esto es que no podemos bajar la guardia en materia de seguridad democrática, en eso el país puede estar absoluta y totalmente tranquilo», agregó el flamante Presidente.
Sin embargo, la Agencia de Noticias de la Nueva Colombia (Anncol), afín a las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y donde el grupo publica sus comunicados, responsabilizó a la delincuencia descontrolada en las grandes ciudades y a grupos de poderosos por la explosión.
Sorpresivo amanecer
La detonación, que se registró a las 5:30 a.m. hora local, destruyó vidrios y ventanales que cayeron a la calle desde la parte alta de los edificios.
«Fue un momento muy aterrador y de mucha confusión, el impacto fue fuerte», dijo la periodista de Caracol Martha Castellanos, quien estaba en la Redacción de la cadena radial en el momento de la explosión.
El comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general César Augusto Pinzón, confirmó que la explosión fue causada por un carro bomba, pero no reveló el objetivo del ataque.
El alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, dijo que ocho personas tuvieron heridas leves y aclaró que solo tres de ellas debieron ser trasladadas a hospitales.
El vehículo implicado en el atentado fue robado el 31 de julio. Aunque no se ha identificado a los autores, por el modus operandi y el explosivo, las hipótesis apuntan a las FARC, citó El Tiempo. Se usó el mismo explosivo anfo utilizado por esa guerrilla en el ataque al Club El Nogal en febrero de 2003.
La explosión dejó un cráter de 45 centímeros de profundidad y 2,50 metros de diámetro.
Desde las 6:00 p.m. de ayer un grupo de al menos 500 personas se reunieron en el lugar del atentado para manifestar su rechazo al ataque.