Los funcionarios perseguían un Spark gris, que de un momento a otro desapareció. La comisión en lugar de divisar el auto en el que escapaban los maleantes, se encontró con Pacheco, y contra su vehículo, un Corsa gris, abrieron fuego, sin dar si quiera la voz de alto.
Las balas atravesaron el vehículo y asestaron en las humanidades de Luimina y María Gabriela, y fue esta última precisamente quien tuvo tiempo de bajarse del vehículo, para caer a unos metros del mismo, haciendo que los uniformados entendieran el grave error cometido.
En el interior del auto permanecía el cuerpo de Pacheco ya sin vida, y de su hija menor, quien también resultó herida.
“Eran muchos militares y muchos disparos”
Un vecino que se encontraba en las adyacencias del lugar y el cual por medidas de seguridad exigió no ser identificado, comento “Esos guardias no se pararon a ver quien manejaba y dispararon muchas veces, una de las niñas intentó bajarse del carro, pero cayó muerta ante tantos tiros que les dieron. Ellos mismo cuando vieron que mataron gente inocente no sabían qué hacer, eran muchos, andaban en camioneta y motos de la guardia”.
Segundos después de la confusión, y tras el clamor y gritos de los vecinos, un grupo de guardias traslado a la adolescente que sobrevivió, al Hospital Universitario de Coro donde inmediatamente fue puesta en manos de especialistas para lograr salvarle la vida.