Los primeros en encontrar a la pareja muerta fueron los familiares de Mijares, quienes forzaron la puerta de la vivienda al ver —a través de una ventana— a la niña de dos años llena de sangre. La bebé era la única hija del matrimonio.
Cirilo Vicente Carrasquel, tío del joven, no quiso adelantar conjeturas en torno de las dos muertes, espera por las diligencias del Cicpc, aunque descarta que pueda tratarse de un hecho delictivo, sólo desean verificar si Mijares fue capaz de asesinar a su pareja o cuando llegó a la vivienda la encontró muerta, y en su desespero se quitó la vida.
Carrasquel indicó que durante, el sábado pasado, intentaron comunicarse con su sobrino, sin éxito alguno, por lo que llegaron a la vivienda el domingo al mediodía. “Logramos entrar luego de forzar la puerta, sospechamos que las muertes ocurrieron en la madrugada del sábado”.
El hombre tenía un disparo con orificio de salida a la altura del cuello, mientras que la joven recibió una herida por la parte trasera de la cabeza, con proyección de salida por la boca. La familia de los dos fallecidos desconoce la procedencia del arma de fuego.
La niña de dos años se encuentra en perfectas condiciones físicas, aunque los médicos le recomendaron a la familia asistencia psicológica, ya que permaneció por más de 24 horas con los dos cuerpos sola, con la única compañía de su perro. La pequeña al ser interrogada sobre sus papás sólo dijo que dormían.
La pareja tenía un año viviendo junta en Petare y casi tres años de relaciones, según explicó la familia de Rodríguez en la medicatura forense de Bello Monte.
Mijares trabajaba como asistente de carpintero en el taller Cuero y Madera de Filas de Mariche, en Petare, y la joven de 17 años estudiaba quinto año de bachillerato.
Vía “Panorama”