En su exposición, Aguiar destacó el contraste entre el avance en las restricciones a la libertad de expresión por parte gobiernos latinoamericanos, los cuales a pesar de haber sido elegidos en comicios libres le temen a la libertad de pensamiento, y la exigencia de libertad como uno de los principales ideales democráticos de los pueblos de la región.
Durante el encuentro organizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, (Certal), Aguiar explicó que hasta 1959 en América Latina «la democracia resulta de su oposición a las dictaduras militares».
No obstante, tras años de consolidación comienzan a aparecer regímenes que, si bien nacidos de elecciones y con vestimenta democrática, se van convirtiéndose en «cárceles de la ciudadanía y purgatorios de la libertad».
Según Aguiar, esta nueva realidad «se cocina en las hornillas de La Habana y de Caracas», con el respaldo del llamado del Foro de San Pablo.
Es en ese ámbito que surge el Socialismo del Siglo XXI, y tienen en Hugo Chávez Frías, actual presidente de Venezuela, «su ejecutor más destacado».
Para el catedrático «los socialistas marxistas de nuevo cuño cambian su método para el acceso al poder», ahora llegan a través de procesos electorales y no de las armas. «Pero no ceden en las estrategias y objetivos de su credo totalitario».
Según Aguiar, Chávez y su partido desafían a la historia al declararse «marxistas y antiimperialistas»; pero la realidad es que los cambios constitucionales ocurridos en Venezuela, Ecuador y Bolivia que no logran cristalizar en Honduras, «son consistentes con el desiderátum del Socialismo del Siglo XXI: la perpetuación en el poder de los gobernantes, la hegemonía del Estado y el dominio público por éste de la personalidad de los ciudadanos, a través de la educación y el manejo de los medios de comunicación social».