El dato aparece en el balance histórico de la AN, donde también se puede constatar que ese flagelo -la criminalidad que azota el país- no ha estado entre las prioridades del Parlamento «rojito».
En cambio, el Poder Legislativo ha dedicado varias jornadas a discutir y condenar las supuestas conspiraciones para derrocar o eliminar al presidente Hugo Chávez.
De acuerdo con el informe oficial, en 2006 la Cámara realizó 49 debates. Ninguno de ellos abordó la violencia callejera. No obstante, el 6 de abril de ese año se ocuparon de los «acontecimientos que dieron origen a las muertes de los hermanos Faddoul, Miguel Rivas y el fotógrafo Jorge Aguirre», y la masacre de La Paragua en Bolívar.
Ese año también trataron sobre una presunta amenaza secesionista, las denuncias de un ex director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) de Colombia sobre un supuesto complot contra la vida de Chávez, la penetración de paramilitares en Táchira, y la «profunda descomposición» de la policía del Zulia.
El golpe avisa
En 2007 se registraron 26 debates. La delincuencia brilló por su ausencia, aunque en febrero sí evaluaron los asesinatos de dirigentes sindicales y obreros en Bolívar.
De resto la atención fue acaparada por «la parapolítica colombiana y la denuncia de magnicidio al Presidente», las resoluciones de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el plan de desestabilización por la no renovación de la concesión a RCTV, y otro «plan desestabilizador y de violencia política».
La palabra «inseguridad» tampoco aparece en el recuento de 2008, cuando se adelantaron 32 debates. El acaparamiento y la especulación, entendidos como instrumentos de la contrarrevolución, fueron revisados por la AN chavista, al igual que las «agresiones» de la petrolera Exxon Mobil.
En julio de ese año los legisladores despacharon las «declaraciones tendenciosas» que advertían sobre un aumento del narcotráfico en Venezuela, y en octubre disertaron acerca de la «instigación a delinquir por parte de sectores de oposición».
La tónica se mantuvo en los 25 debates de 2009. La reunión sostenida por detractores del gobierno en Puerto Rico, una «campaña» para perturbar el sector financiero, otra «campaña de desprestigio internacional» contra la República, una más dirigida a «generar violencia» contra la misma AN, y una nueva amenaza de magnicidio, coparon el interés de los parlamentarios. Además, en 2009 volvieron a discurrir sobre la SIP y las declaraciones de un ex director del DAS.
El primer período de sesiones ordinarias de 2010 concluyó el jueves pasado con siete debates. La detención del presunto terrorista Francisco Chávez Abarca y el financiamiento «proveniente del exterior» a periodistas y partidos, merecieron la atención de la Cámara.
Mientras tanto, todos los martes y jueves la disidente Pastora Medina intenta sin suerte que la inseguridad se cuele en la agenda de sus colegas rojos.