Asaltan vivienda de abogado de policías acusados de sublevación en Ecuador

   Patricio Armijos, abogado de 45 policías ecuatorianos procesados por el levantamiento del pasado 30 de septiembre, que el Gobierno interpretó como un intento de golpe de Estado, denunció hoy el asalto a su vivienda por parte de desconocidos, que se llevaron información sobre sus clientes.

En el hecho, ocurrido en tarde de ayer, entre tres y cuatro desconocidos, que tenían sus rostros tapados con bufandas, gorros y gafas, ingresaron con armas a su domicilio y amarraron a su esposa y a sus tres hijos, de 21, 19 y 8 años de edad, según dijo Armijos a Efe.

Tras rebuscar en varias partes durante unos cuarenta minutos, los desconocidos se llevaron cuatro computadores, uno de los cuales contenía la información de sus clientes, incluidos los 45 policías que defiende.

Los desconocidos se llevaron, además, llaves de los automóviles que estaban en la casa de Armijos, las alarmas de los vehículos, el control de la puerta eléctrica del garaje y objetos de pequeño valor, pero no robaron los vehículos ni las motos que había en el sitio.

“Espero y aspiro que sea un asalto común”, dijo a Armijos, quien no estaba en la vivienda en el momento del suceso y para quien es “curioso” que los desconocidos no se llevaran más cosas.

Margoth Ayala, esposa de Armijos, indicó que los desconocidos los amenazaron con una pistola, los amarraron y procedieron a buscar en los cajones y escritorios.

Ayala comentó, además, que preguntó a esas personas quiénes los habían mandado a cometer el atraco. “Dijeron esto es por la culpa de tu esposo, porque él nos está haciendo daño”, acotó.

Agregó que posteriormente los asaltantes hicieron una llamada telefónica en la que dijeron: “Mi teniente ya estamos listos, ya vamos a salir”, según publica el diario público “El Telégrafo”.

Armijos presentará hoy mismo una denuncia ante la Fiscalía y, por lo pronto, ha contratado seguridad privada para su familia, que no sufrió daños físicos, aunque quedan las secuelas psicológicas de la situación, dijo el abogado, quien expresó su esperanza de que “las cosas no pasen a mayores”.

“La preocupación es grande”, añadió, al asegurar que seguirá en la defensa de sus clientes y aspira a que el suceso no tenga vinculación con la defensa de los policías.

“De ser eso, sería una situación intolerable en nuestro país. Debe entenderse que nosotros lo que hacemos es sólo defender, patrocinar”, señaló y apuntó que él no tiene ninguna vinculación política.

El pasado viernes, unos desconocidos también atentaron contra la casa del juez Juan Pablo Hernández, quien está llevando diferentes casos de la insurrección policial del pasado 30 de septiembre, entre ellos, el del destituido director del Hospital policial, César Carrión.

Los desconocidos quemaron el coche del juez y lo empotraron contra un muro al pie de la vivienda, un acto que no provocó heridos, porque en ese momento no había nadie en el domicilio, según se informó entonces.

El 30 de septiembre, decenas de policías de tropa protestaron por la eliminación de incentivos profesionales y el presidente del país, Rafael Correa, que acudió a explicar la ley al lugar donde se manifestaban, tuvo que ser atendido en un hospital debido a agresiones y a los efectos de gases lacrimógenos.

En ese hospital, el gobernante ecuatoriano quedó atrapado durante unas nueve horas por policías sublevados.

Aparte del caso de Carrión, el juez Hernández ve los casos contra el agente Giovanny Chancusi, acusado de intentar retirar la máscara antigás a Correa, así como de Marco Tibán, miembro de la escolta legislativa y hermano de la asambleísta del partido indígena Pachakutik, Lourdes Tibán.

Por otra parte, la justicia ordenó la detención preventiva de doce policías y un vigilante de tránsito en la provincia del Guayas, cuya capital es Guayaquil, donde también hubo disturbios el 30 de septiembre.