El político antichavista relató a los periodistas que formalizó su denuncia ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, a cuyos agentes manifestó no tener motivos para atribuirle connotación política al hecho.
Los delincuentes, fuertemente armados y encapuchados huyeron con un vehículo y enseres domésticos sin mayor valor, «pero lo malo fue el susto que pasaron» su esposa, Marisabel de Fernández, y su hijo menor, agregó.
Confirmó que no se encontraba en Caracas en el momento del asalto, pero que regresó de inmediato al ser informado de lo sucedido.
El asalto se produjo a escasas cuadras de una zona del este de Caracas donde este jueves un grupo de cinco individuos interceptó y disparó contra el vehículo en el que se desplazaban representantes empresariales del país, también opositores al Gobierno de Chávez.
En el hecho, al parecer atribuible a la delincuencia común, resultó herida con tres impactos de bala la ex presidenta de la Federación de Cámaras Empresariales (Fedecámaras) Albis Muñoz, quien se encuentra hospitalizada, pero fuera de peligro.
En el vehículo también estaba el actual presidente de Fedecámaras, Noel Álvarez, y otros dos directivos de la patronal, quienes fueron pasados a otro vehículo mientras uno de los atacantes se llevó el Mercedes Benz que ocupaban, hallado horas después.
Los delincuentes dejaron a Muñoz en una acera cercana a un hospital, donde fue localizada por una patrulla policial que la internó en el centro sanitario.
Los delincuentes se quedaron con el resto del grupo al que «ruleteó» (paseó) durante casi dos horas por diferentes lugares de Caracas, hasta que finalmente fueron dejados en una salida de la autopista que comunica la capital venezolana con el centro del país.
El ministro del Interior, Tareck El Aissami, indicó que al frente de las pesquisas del primer hecho están «los mejores investigadores» de la policía, encabezados por el director del cuerpo, Wilmer Flores, y reconoció que la inseguridad «es uno de los principales problemas del país y debe ser atendido por todas las instituciones».
Además, «lamentó» que este «indeseable hecho» sea utilizado «como maniobra para golpear al Gobierno» de Chávez.