En una conferencia organizada por el centro de estudios New Democratic Network (NDN), Valenzuela aseguró que la relación bilateral con Bogotá no cambiará una vez Juan Manuel Santos asuma la Presidencia en Colombia en agosto, pero que tampoco habría cambiado si hubiera ganado Antanas Mockus en las elecciones generales.
La posición de EE.UU. ante las elecciones era muy clara: los colombianos tenían que decidir qué candidato debía convertirse en el nuevo presidente, y por eso la secretaria de Estado, Hillary Clinton, viajó a Bogotá entre la primera y la segunda vuelta, para que no se la acusara de tomar partido, dijo.
“Estamos preparados para trabajar con Colombia. Es un país muy importante y colaboramos estrechamente en múltiples asuntos”, afirmó Valenzuela, quien enfatizó que esa cooperación ha sido una política bipartidista en Washington, lo que ha contribuido a que arrojara buenos resultados.
Lo que sí cambiará quizá a partir de agosto, cuando el actual presidente de Colombia, Álvaro Uribe, abandone el Gobierno, será el peso que otorgarán ambos países a determinados temas, porque, explicó, “las condiciones sobre el terreno han cambiado y son tan diferentes” ahora que hace unos años.
Indicó que la cooperación bilateral pondrá “un énfasis mucho mayor en el desarrollo económico y en desafíos sociales y menos en algunos aspectos de la seguridad”, las cuales han sido abordados en los últimos diez años, afirmó.
Valenzuela reiteró el compromiso del Gobierno del presidente Barack Obama por sacar adelante los acuerdos de libre comercio con Colombia y con Panamá, aunque no pudo precisar el calendario, porque depende del Congreso de EE.UU., que tiene que ratificarlos.
“Pero confiamos en que los acuerdos con Panamá y Colombia saldrán adelante y esperamos que eso suceda pronto”, concluyó, aludiendo además a la importancia que otorga Washington a los temas medioambientales, laborales y sindicales en este tipo de tratados.
EFE