Atucha II, cuya construcción demandó inversiones por 10.200 millones de pesos (unos 2.405 millones de dólares), tiene 700 megavatios de potencia eléctrica, con lo que aumenta del siete al diez por ciento la participación del sector nuclear en la generación de energía del país.
“Queremos ser líder en uso pacífico en energía nuclear, líderes de la no proliferación. No todos pueden decir lo mismo. Los científicos argentinos nunca han usado sus conocimientos para destruir la vida de otros”, aseguró Fernández durante el acto de inauguración.
Esta nueva central, situada en la localidad de Lima, 115 kilómetros al norte de Buenos Aires, usa uranio natural como combustible y su tecnología es tan moderna como la de las últimas construidas en Alemania, así como las de Trillo, en España, y Angra II, en Brasil, según datos oficiales.
La mandataria afirmó además que las próximas metas del plan nuclear argentino “tienen que ser la puesta en marcha del alargamiento de vida de la central Embalse y la puesta en marcha de Atucha III”.
“Estamos recuperando uno de los bastiones mas importantes del desarrollo tecnológico argentino”, subrayó Fernández, quien consideró que la nueva central “es el símbolo de la postergación”.
La construcción de Atucha II había sido lanzada en 1980, se paralizó con las privatizaciones de la década de los noventa y fue reactivada en 2006 por el gobierno del ahora fallecido Néstor Kirchner, esposo y antecesor de Fernández.
La mandataria asistió a la prueba y verificación de todos los sistemas operativos de la nueva central, paso previo a su entrada en régimen para la producción de energía.
Atucha I, de tecnología alemana y 374 megavatios de potencia, fue inaugurada en 1974, con lo que Argentina fue pionera en América Latina en el uso de energía nuclear para generar electricidad.
La central de Embalse, en la central provincia de Córdoba, fue inaugurada en 1983 con una potencia de 648 megavatios y para 2013 está previsto su salida de servicio durante 20 meses, lapso previsto de los trabajos para prorrogar su vida útil por unos 30 años.