Messi, quien no tuvo mucha participación a lo largo del encuentro jugado en el Khalifa International Stadium de Doha, sorprendió a la defensa rival a los 92 minutos con una jugada individual que definió con un zurdazo bajo y cruzado después de superar a tres rivales, destacó Reuters.
De esta manera, la «albiceleste» venció a Brasil por primera vez desde el 2005, cuando le ganó 3-1 en Buenos Aires. Ahora, ambos equipos tienen 34 triunfos en el historial de 91 partidos, con 23 empates.
El amistoso tuvo a Brasil con más llegadas a pesar de un rápido ataque argentino cuando el lateral derecho Javier Zanetti remató de zurda un envío bajo que contuvo sin problemas Víctor.
Brasil, que en los tres partidos previos que jugó con el técnico Mano Menezes tras el Mundial convirtió siete goles y no recibió ninguno, avisó a los 18 minutos a la salida de un tiro de esquina.
Ronaldinho, de vuelta en la selección tras una ausencia de un año y nueve meses, jugó para Dani Alves, quien estrelló la pelota en el travesaño con un potente remate de derecha.
La presencia de Ronaldinho fue un aporte extra para Brasil y una preocupación para Argentina, que en la primera parte no pudo encontrar la sociedad pretendida por el técnico Sergio Batista entre Javier Pastore, Lionel Messi y Gonzalo Higuaín.
En la primera parte, Brasil estuvo a punto de convertir con una exquisita definición de taco de Ronaldinho que contuvo el arquero argentino Sergio Romero.
Ronaldinho exigió con un tiro libre al borde del área a Romero, que sacó hacia un costado con los puños.
La jugada más peligrosa de Argentina en la primera etapa la tuvo Messi, cuando después de una combinación con Higuaín y Pastore remató de zurda y la pelota rozó el ángulo derecho del arco defendido por Víctor.
En el complemento Brasil continuó exigiendo a la última línea argentina con las subidas de Dani Alves y la velocidad de Neymar para desequilibrar en los metros finales de su ataque.
Batista movió el equipo para mejorar la producción de Messi, haciendo ingresar a Ezequiel Lavezzi por Higuaín a los 46 minutos y a Andrés D’Alessandro por Pastore a los 70.
Lavezzi, un delantero rápido e incisivo, provocó varias situaciones en ataque que no fueron bien definidas por sus compañeros.
A los 73 minutos, Menezes hizo ingresar a Douglas por Ronaldinho, quien mostró signos de cansancio y se fue ovacionado por el público presente en el estadio.
En el descuento, cuando todo parecía indicar que el derbi sudamericano terminaría sin goles, la genialidad de Messi le dio el festejo a Argentina.
Fanático detiene el partido
El clásico sudamericano entre los seleccionados de Argentina y Brasil en Doha se detuvo durante un minuto, cuando a falta de sólo diez para el final sorpresivamente un hincha vulneró la seguridad e invadió el terreno de juego.
El individuo, vestido de negro y blanco, logró arrancar una sonrisa y hasta griterío de apoyo desde las tribunas, al poder eludir a una decena de miembros de la seguridad del estadio, que finalmente terminaron alcanzándolo, aunque abucheados por el público, que seguía vitoreando al ocasional héroe.
Lionel Messi mantiene su racha goleadora y se ha dado otro gusto al marcar el tanto con el que Argentina venció a Brasil (0-1), cuando el partido amistoso disputado hoy en Doha, la capital de Qatar, estaba condenado al olvido.
El jugador del Barcelona rompió el empate a los 91 minutos y ganó por primera vez un clásico sudamericano con la absoluta de su país, lo cual ansiaba según las declaraciones que había hecho antes del choque, en el que Argentina no triunfaba ante Brasil desde el 8 de junio de 2005.
El encuentro, que tuvo un juego que despertó interés el comienzo y que se apagó tempranamente, estaba poco menos que deshilachado en los minutos finales y cuando todos, menos Messi, esperaban el pitido final del árbitro qatarí Abdala Balideh, se produjo la gran jugada de la cita que tuvo lugar en el estadio Khalifa.
Para el seleccionador argentino, Sergio Batista, sustituto de Diego Maradona y que en su etapa interina estuvo en el banquillo la tarde en que la albiceleste goleó a España (4-1) en septiembre pasado, era éste su primer partido tras ser ratificado por la federación (AFA) para ocupar el cargo hasta 2014.
Mano Menezes, sucesor de Dunga, cumplía la mayor prueba desde que se hizo cargo de la Canarinha, después de las victorias logradas ante selecciones de segunda línea como Estados Unidos (0-2), Irán (3-0) y Ucrania (2-0).
Volvió “Dinho”
Como contrapeso de un proyecto de renovación regresaba a la selección de Brasil Ronaldinho, mientras que el argentino Lionel Messi recordaba que, con la absoluta, nunca había logrado ganar el clásico de Sudamérica y afirmaba que ya era hora de conseguirlo.
Dos equipos de juego vertical ofrecieron un desarrollo dinámico y abierto del juego durante el primer cuarto de hora y la primera jugada de peligro se produjo a los 18 minutos, cuando Dani Alves estrelló el balón en el larguero del argentino Romero con un derechazo.
Con menor fogosidad y con Ronaldinho como eje, el dominio brasileño comenzó a acentuarse desde esa acción, basado en su mejor disposición para recuperar el balón, una salida rápida y pocos obstáculos argentinos en la zona media, donde Mascherano debía multiplicarse para bloquear los variados recursos de sus rivales.
Tardaba en encontrar espacios el cuarteto creativo y ofensivo conformado por Messi, Pastore, Di María e Higuaín, por momentos impreciso y casi siempre superado por los marcajes de Brasil.
Neymar, Robinho y Ronaldinho, generalmente con el balón dominado en las inmediaciones del área adversaria, exigieron a fondo a una defensa expeditiva, afianzada en la firmeza de los centrales Pareja y Burdisso.
Argentina mostró su mejor cara en la primera parte con dos arranques profundos de Lionel Messi; el primero de los cuales terminó con un remate desviado a los 37 minutos y el segundo con un pelotazo que rozó la parte externa de la escuadra derecha del meta Víctor a los 38.
La segunda parte
La salida de Lavezzi por Higuaín tras el descanso, un duelo con algunos roces entre Mascherano y Ronaldinho, menor profundidad en el juego de Brasil, Messi más adelantado en el campo y Banega un poco más activo fueron las novedades del partido en los tramos iniciales del segundo tiempo.
Los argentinos capitalizaron cierto bajón en el rendimiento brasileño pero apenas llegaron a los dominios de Víctor, y la sucesión de fricciones y las protestas por los fallos del árbitro congelaron durante varios minutos el encuentro.
Ocurrió el milagro
No quedaban rastros de la dinámica de los primeros minutos, de los mejores momentos de esta cita futbolística prometedora, que no fueron muchos, y la decepción se instalaba en el ambiente, porque ya no se esperaba una jugaba brillante, sino un error defensivo que ayudara a romper el cero en el marcador.
Pero ocurrió un milagro. Lavezzi cedió el balón a Messi, éste entró al área brasileña a toda velocidad, no pudieron frenarle y su remate resultó imparable para el meta Víctor. Era la victoria soñada por Messi.
– Ficha técnica:
0. Brasil: Víctor; Dani Alves, Chicago Silva, David Luiz, André Santos; Lucas, Ramires (mm.85, Jucilei), Elías, Ronaldinho (m.72, Douglas); Robinho y Neymar (m.76, André).
1. Argentina: Sergio Romero; Javier Zanetti, Nicolás Pareja, Nicolás Burdisso, Gabriel Heinze; Ever Banega, Javier Mascherano, Javier Pastore (m.70, Andrés D´Alessandro); Lionel Messi; Gonzalo Higuaín (m.46, Ezequiel Lavezzi) y Ángel Di María.
Gol: 0-1: Messi, m.91.
Árbitro: Abdala Balideh (Qatar).
Incidencias: Partido amistoso disputado en el estadio internacional Khalifa, de Doha, ante unos 49.000 espectadores.