«Aquí está disminuido el chavismo extremadamente»

A falta de otro entretenimiento, unos niños de menos de diez años se fueron con sus padres a repartir propaganda en el bulevar de El Cementerio.

«Es que como es domingo no se quieren quedar en la casa», comenta a modo de justificación uno de los activistas de los varios partidos aliados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que ayer respaldaron a Ramón López (UNT), candidato principal por el circuito 4 del Distrito Capital y su suplente, Mario Villegas (Ind), en una caminata por Prado de María y El Cementerio.

En la parroquia Santa Rosalía hay unos 43 centros de votación donde están convocados aproximadamente 110 mil electores. El circuito lo integran, además, las parroquias El Valle y Coche, que suman otros 300 mil votantes. Hasta ahora, la oposición ha perdido allí, pero por escaso margen. Ayer, el balance de los jefes de zona indica que la alianza tiene mucha posibilidad de ganar el 26S.

«Esto era un bastión del chavismo. Nosotros, para meternos aquí era un problema, pero hoy el chavismo aquí está extremadamente disminuido», comenta Manuel Ávila, presidente de UNT en la parroquia.

«Cuando los chavistas sepan que están perdiendo Santa Rosalía, es posible que arrecien la violencia, que nos intercepten como hacían antes, pero la misma gente los está sacando a ellos. Cuando alguien grita: ‘Viva Chávez’ en los barrios, les gritan a ellos consignas en contra del Presidente, a veces tan feas que nosotros mismos no las podemos repetir».

Ramón López y Mario Villegas se distribuyen por ambas aceras saludando a los comerciantes de la zona, ajetreados como en cualquier día de semana. Otros activistas se ubican en el centro del bulevar, repartiendo la propaganda a los viandantes. En unos y otros la receptividad es equivalente a una neutralidad cortés. Las expresiones de regocijo por la visita de los candidatos son aisladas. A otros les arrancan sonrisas, pero no mucho más.

Liliana Hernández (UNT), con experiencia como candidata pero actuando ahora como una suerte de manager, confirma la percepción y dice que entre más se sube en la escala social, mayor es la frialdad. «¡Ni te imaginas cómo es la campaña en el este!», añade.

Manuel Ávila explica que al ser una zona eminentemente comercial, el oficialismo ha perdido apoyo porque los residentes están siendo afectados, especialmente por medidas de la Alcaldía de Caracas.

«Aquí hay que trabajar en la zonificación, como no está establecida empieza la persecución. Nosotros nos metimos en el mercado de los buhoneros, los que sacaron de aquí (del bulevar) y ellos están con la oposición, pero no lo pueden decir porque si dejan de abrir tres días les quitan el puesto».

Otro activista explica que la ordenanza que obliga a unificar las santamarías implica la erogación de «unos diez palos». Esa suma de dinero no será indemnizada y, de paso, el modelo «de huequitos» es menos seguro que las puertas blindadas. A la explicación añade su curiosidad: «¿quién estará ganando con ese negocio?

Manuel Ávila dice que para él, la disminución de las agresiones no está vinculada con el número de votos. «Los votos están allí, lo que tenemos que hacer es seguir dándoles esperanza, porque una de las principales preocupaciones de la gente es lo que haga el CNE».