«No vamos a hacer show político con la información, vamos a procesar muy profesionalmente la información (…) que estaba en manos del verdadero jefe de las FARC», afirmó Garzón durante una conferencia en Madrid, donde se encuentra de visita.
Entre los documentos incautados, «va a haber información militar muy valiosa, información de manejos económicos muy valiosa, y es probable que también haya alguna información de relaciones de ellos (las FARC) con personas, con instituciones, que vamos a manejar de manera muy prudente y muy profesional», añadió el número dos del gobierno colombiano.
El número dos colombiano respondió así a una pregunta de los periodistas sobre cómo actuaría el gobierno del presidente Juan Manuel Santos si la documentación llevara a una nueva crisis con Venezuela, como ocurrió en verano cuando Caracas rompió relaciones con Bogotá luego de la denuncia del anterior gobierno de Alvaro Uribe de que guerrilleros colombianos se refugiaban en Venezuela.
Ambos países restablecieron relaciones tras la llegada a la presidencia de Santos en agosto pasado.
Garzón reiteró la disposición de Santos a compartir la información con los gobiernos que puedan necesitarla en la lucha contra el terrorismo.
«Toda la información que le sirva al gobierno de España, van a contar con ella. Igual lo decimos con otro países», dijo el vicepresidente colombiano, que pidió también «reciprocidad» en la colaboración internacional contra el terrorismo.
La justicia española investiga la supuesta relación entre la organización separatista armada vasca ETA y las FARC y el supuesto adiestramiento que activistas de estos grupos armados habrían llevado a cabo en Venezuela.
Garzón insistió en que la información incautada tras la operación militar colombiana en la que fue abatido el «Mono Jojoy» el pasado 23 de septiembre en un bombardeo de un campamento de la guerrilla en la localidad de La Macarena (700 km al sur de Bogotá), es «cinco veces más importante que la que se obtuvo de Raúl Reyes».