La canciller repitió así su pronóstico de victoria alemana por 2-1 anteriormente lanzado para los partidos contra Inglaterra, en octavos, y para Argentina, en cuartos, encuentro éste último al que asistió como espectadora desde la grada. En ambas ocasiones se quedó corta.
Merkel parece con ello impasible al desasosiego provocado en muchos de sus compatriotas por el pronóstico, del oráculo futbolístico más apreciado del país, el pulpo Paul, que se decantó por el pase de España a la final.
Paul, del acuario Seelife de Oberhausen (oeste de país), eligió, ante varios equipos de televisión que transmitieron su intervención en directo, una ostra que estaba en el contenedor con la bandera española y la devoró, despreciando en cambio la depositada en el contenedor con la bandera alemana.
Hasta ahora, Paul ha acertado en todos sus pronósticos sobre los partidos de Alemania en este Mundial.
No obstante, en la final de la Eurocopa 2008 se equivocó al pronosticar una victoria alemana sobre España.