Anaqueles de los supermercados se mantienen surtidos por la caída de las ventas

   En los anaqueles de supermercados, abastos, cadenas, hipermercados y autofarmacias hay más disponibilidad de artículos que en otros años, no por un aumento de la producción, sino por la caída de las ventas.

Un estudio de la empresa consultora GS1 indica que los consumidores compran menos porque no pueden pagar lo que cuesta la mayoría de los productos. “En los anaqueles hay menor rotación”, expresó Antonio Dugarte, gerente técnico de GS1.

El promedio de faltante de productos en estantes es de 35,8%, el porcentaje más bajo en los últimos 4 años. En 2007 registró 49,8%. La disponibilidad de lo que se exhibe en establecimientos es de 64,2%.

Si no encuentra un producto determinado en el local al que fue a comprar 52,5% de los consumidores decide acudir a otro y, de este porcentaje, la mayoría opta por una cadena distinta a la que acudió inicialmente, pues supone que las fallas se presentan en todas las sucursales.

Este planteamiento es respaldado por Xiomara Joves, consumidora que vive en Montalbán, que aseguró que al no conseguir un producto en algunos de los supermercados cercanos a su casa, acude a cualquier otro pero de otra cadena. “¿Para qué perder tiempo? Seguramente tampoco lo habrá. Ya uno se acostumbró a completar la compra en dos o tres supermercados”.

Aclara que adquiere lo básico y que hay muchos artículos que ya no lleva porque han subido mucho de precio, entre ellos, cereales, algunos enlatados, pastas preparadas o refrigeradas, dulces y galletas.

El estudio indica que son pocos los compradores que optan por llevar otra presentación y otra marca del producto. Prefieren recorrer varios establecimientos hasta encontrar lo que buscan. También, que la fidelidad hacia la cadena comercial se ha perdido: 64,7% se va a otra cadena cuando observa faltantes y 35,3% va a sucursales del mismo supermercado.

“Hay comercios y abastos pequeños que a veces tienen productos que uno no encuentra en los grandes supermercados. En cuanto a marcas, aunque sean caras, es preferible buscarlas por seguridad pues hay otras que no garantizan, por ejemplo, fechas de vencimiento”, dijo Nancy Figuera de Méndez, consumidora de la avenida Nueva Granada.

Señaló que realiza compras quincenales y cuando ve que un producto está en oferta adquiere varios y los guarda como reserva. Pero sostiene que paga más que el año pasado y lleva menos productos. “Somos 4 personas y a veces 5, cuando llega un familiar; en las compras quincenales se destinan casi 1.000 bolívares y antes gastaba 350″, agregó.

Para 39% de los consumidores los responsables de las fallas de productos son los fabricantes, seguidos de la tienda (21,3%). 32,1% atribuye el faltante a ambos.

Dugarte aclaró que el estudio no mide la escasez de productos regulados o alimentos sometidos a restricciones que no dependen de los comerciantes y proveedores. Se trata de evaluar la eficiencia de los actores de la cadena de producción, distribución y venta, con el fin de garantizar que los artículos están disponibles y a la vista de los compradores.

El producto que falta en los anaqueles, agregó, es el que no puede ser localizado por el consumidor final en el lugar habitual de exhibición del piso de venta. Esto no significa escasez, porque puede estar en el depósito del establecimiento o en cajas, antes del momento de la medición. Pero si el producto se encuentra en un lugar distinto al que el consumidor está acostumbrado a encontrarlo se puede considerar como ausente.

“De allí que es importante que cuando se tome una decisión de cambiar un articulo se ubique de forma tal que quede al alcance de la vista del comprador”.

Zulia con menos productos

Las ciudades en las cuales los consumidores consiguen más fallas en anaqueles de supermercados son Maracaibo, con un índice de 38,8% de faltantes, y Maracay, con 37,5%. En Caracas, el índice se ubica por debajo del promedio nacional, en 34,5%, al igual que en Valencia, con una ausencia de 34,3% de los productos en estantes.

Por cesta de productos, buena parte de las fallas se registra en bebidas, con 40,2% de faltantes. Los problemas con envases plásticos y la alta rotación pueden ser las principales causas. En el caso de alimentos se reporta 37,3% menos de faltante que en años anteriores, aunque se aclara que hay menos marcas y presentaciones por producto. En artículos de mantenimiento del hogar la ausencia es de 34,6%, la de cuidado personal de 33,6% y la de artículos de consumo impulsivo ­chucherías, dulces, snacks y otros- de 26,4%.

Por establecimiento, los consumidores consiguen una mayor presencia de productos en cadenas de supermercados, con una disponibilidad de 66,1% y un faltante de 33,9%.

La capacidad logística y de distribución con la que cuentan las cadenas es la principal razón para que exista una mejora en el indicador de faltantes. Los comercios independientes tienen una ausencia de productos en los anaqueles de 39,8% y las autofarmacias de 38,1%.

En la región latinoamericana el mayor índice de faltante de productos en los anaqueles de los supermercados lo tiene Venezuela, seguido de 17,4% de Republica Dominicana, 7,6% en Argentina y 5,1% en El Salvador.

Fallas en el despacho

El informe de GS1 determina que los principales responsables de 35,8% de faltante de productos son los proveedores (75,9%) y los detallistas (24,1%). En el caso de los primeros se indica que muchas empresas han tomado la decisión de ofrecer menos productos y dedicarse a aquellos de mayor rotación y margen de rentabilidad.

“El portafolio de productos que ofrecen los proveedores se está racionalizando por los problemas del mercado venezolano; el foco está en aquellos artículos que realmente tienen salida”, dijo Antonio Dugarte, gerente técnico de GS1, y agregó que por eso comienza a notarse mayor eficiencia en la entrega de pedidos a los puntos de venta.

En el caso de los comerciantes, la responsabilidad se atribuye a fallas en la colocación temprana de la mercancía en los estantes, a la falta de reposición de los productos o a pedidos que no se ordenaron en cantidades suficientes. Los problemas de inventarios reportados en las cadenas de supermercados tienen que ver con el cálculo inadecuado de las cantidades que necesitan para atender la demanda en determinado tiempo.