A los típicos síntomas de fatiga y dolor de cabeza puede unirse un malestar en el estómago que acabe con vómitos y dolor. Pero evitar una resaca así no es imposible: puede lograrse siguiendo unos pequeños consejos.
Eso sí, aunque existen numerosas artimañas y trucos para evitar la resaca, las causas de su eficacia no siempre pueden demostrarse científicamente. “Los dolores de cabeza se producen, por un lado, debido a los numerosos aditivos en las bebidas alcohólicas y porque el cuerpo elimina los líquidos más rápidamente tras consumir alcohol, lo que genera deshidratación”, dice el gastroenterólogo alemán Stephan Haas.
“Además, ese alcohol se transforma en la toxina acetaldehído (etanal), que genera vómitos y malestar en el estómago, dolor de cabeza y sed el día después de haber bebido en exceso”, señala.
Para evitarlo pueden seguirse algunos consejos básicos. El primero y el más importante es no mezclar distintos tipos de alcohol y tomar una bebida no alcohólica entre medias.
“Uno no debería beber con el estómago vacío, sino tomar algo sustancial para crear una buena base”, dice Wolfgang Wesiack, presidente de la asociación profesional de especialistas alemanes en medicina interna. “De lo contrario, se emborrachará más rápidamente porque el alcohol se absorbe más rápido.”
El tipo de bebida que uno tome también es un factor decisivo a la hora de evitar resacas. Las que se beben calientes, como el vino especiado tan típico en las fechas Navideñas en el centro de Europa, y las bebidas carbonatadas, como el vino espumoso o el champán, hacen saltar la señal de alarma.
“El estómago las absorbe más rápido y hacen que la gente beba más rápido”, dice Haas, miembro de una fundación en la universidad de Mannheim, en el oeste de Alemania, que investiga el consumo de alcohol. Y las diferentes bebidas alcohólicas influyen en la gravedad de la resaca. “La grapa y los brandys afrutados tienen, por ejemplo, mayor nivel de metanol, y por eso son más tóxicos.”
Para reemplazar los líquidos que se pierden por el consumo de alcohol, los expertos recomiendan a la gente que beba agua o refrescos entre bebidas alcohólicas cuando estén en una fiesta. Y en la medida de lo posible, se debe evitar el consumo de distintos tipos de bebidas alcohólicas. Empezar con vino y cambiar a cerveza o a una bebida con whisky o vodka, por ejemplo, puede ser fatal. Pero aunque esta sea una norma muy conocida, no hay explicación científica que la avale.
Muchos defienden que para evitar la resaca lo mejor es tomar una aspirina u otro medicamento contra el dolor de cabeza antes de ir a la cama.
Pero “como el paracetamol en estos casos no funciona tan bien, quienes deciden tomarse una aspirina deberían pensar en su estómago”, advierte Wesiack. “El alcohol es una toxina que ataca al estómago y puede producir inflamación.” Y tomarse una aspirina podría empeorar la situación. Por eso, antes de hacerlo es mejor comer algo para proteger al estómago.
Y además de estos clásicos remedios para la resaca, hay otros cuyas explicaciones son sólo parcialmente razonables. Como “beber jugo de pepinillos o comer arenques avinagrados, huevos o champiñones”, dice el nutricionista Thorsten Siegmund, de Múnich.
Otro de estas curiosas recetas es tomar tostadas quemadas. La parte racional del truco es que intenta imitar el efecto de limpieza del carbón activado para eliminar sustancias tóxicas del tracto intestinal.
“Pero por desgracia, apenas ayuda y en todas estas opciones, el fundamento científico es muy escaso”, dice Siegmund. El único consejo que realmente sirve para evitar la resaca es beber menos.
Por: Aliki Nassoufis
Vía dpa