El estudio, que dio seguimiento a cerca de 130.000 hombres y mujeres, indicó que las dietas centradas en el consumo de proteínas y grasas procedentes de animales estuvieron vinculadas con un aumento de muertes a causa de cáncer y problemas cardiovasculares.
En cambio, las dietas bajas en carbohidratos pero centradas en el consumo de verduras podrían contribuir a una reducción en la incidencia de problemas cardíacos y en la tasa de mortalidad, según los investigadores.
El estudio no evaluó específicamente ninguna de las dietas populares para bajar de peso que existen en el mercado, como la dieta de Atkins o la dieta South Beach.
Sin embargo, el estudio, concluido en 2006, analizó en términos generales las dietas bajas en carbohidratos en base a proteínas procedentes de animales y las procedentes de verduras.
El estudio contó con la participación de 85.168 mujeres entre 34 y 59 años de edad, y 44.548 hombres entre 40 y 75 años. Al inicio de la investigación, ambos grupos estaban libres de cáncer, enfermedades cardiovasculares o diabetes.
La investigación con las mujeres comenzó en 1980, mientras que con los hombres fue en 1986.
Los investigadores documentaron 12.555 muertes entre las mujeres, de las cuales 2.458 estuvieron relacionadas con problemas cardiovasculares y 5.780 con cáncer.
Entre los hombres, hubo un total de 8.678 muertes, de las cuales 2.746 estuvieron relacionadas con problemas cardiovasculares y 2.960 con cáncer.
Las dietas bajas en carbohidratos basadas en el consumo de carne registraron vínculos a un incremento de muertes a causa de cáncer del pulmón o del cáncer colorectal.
En el pasado, otros estudios también han documentado un vínculo entre el consumo de carne roja y de carnes procesadas y un aumento del riesgo de desarrollar cáncer.
En general, la comunidad médica considera que las dietas altas en el consumo de carne con frecuencia tienen un mayor nivel de grasas saturadas y de colesterol.
En cambio, las dietas centradas en proteínas de vegetales incluyen grasas consideradas “saludables”, como las procedentes del aceite de oliva, el aguacate, alimentos a base de soja, nueces, frutas y verduras.
Según el estudio, un beneficio de este tipo de dieta es que puede contribuir a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) señala que en EE.UU. más de dos tercios de los adultos tienen problemas de sobrepeso y cerca de un tercio son obesos, debido en parte a una combinación de alto consumo de calorías y poca actividad física.
Los investigadores de este estudio señalaron que los participantes en el estudio no constituyeron una “muestra representativa” de la población estadounidense.
EFE