Unas 3.000 personas, que abandonaban sus poblados en las faldas del volcán, engrosaron las filas de las 21.000 evacuadas ya hacia 16 centros de socorro, anunciaron los servicios de emergencia, indicó AFP.
«El volcán registró una nueva erupción que duró más o menos 15 minutos. El humo y las cenizas subieron hasta por lo menos 2.000 metros», indicó el vulcanólogo Agus Budianto.
Esta erupción fue más intensa que la de la víspera, cuando el volcán volvió a entrar en actividad tras cuatro siglos.
Imágenes de la televisión mostraban una espesa columna de humo negro elevándose hacia el cielo y la lava saliendo desde el cráter.
Unos testigos contaron que había un fuerte olor a azufre y numerosos habitantes abandonaron sus viviendas incluso antes de recibir la orden de evacuar la zona.
Las autoridades ordenaron evacuar una «zona de peligro» situada en un radio de seis kilómetros.
Luego de la erupción del domingo, las cenizas se dispersaron hasta a 30 kilómetros del volcán. Entre los evacuados, numerosos agricultores aseguraron que la ceniza cubría sus plantaciones de legumbres.
Frente al peligro que supone la proyección de cenizas y de humo, se aconsejó a dos compañías aéreas que desviaran sus aviones de la zona.
El Sinabung es uno de los 69 volcanes activos en el archipiélago indonesio.