Los alemanes llevan anotados 13 goles en cinco partidos, ocho de ellos ante ingleses y argentinos –cuatro a cada uno– y han mostrado un rendimiento de muy alto nivel.
Los demás sobrevivientes no han estado a su altura.
España, campeón europeo y que llegó a Sudáfrica como el gran favorito, tuvo algunos momentos brillantes, pero sufrió para ganarle a rivales teóricamente mucho más débiles.
Los sudamericanos, que tanto impresionaron y llegaron a colocar cuatro equipos en los cuartos de final, se desinflaron y Uruguay es el único que sigue en carrera. Las dos grandes esperanzas sudamericanas, Argentina y Brasil, sucumbieron ante conjuntos europeos, Alemania y Holanda.
Uruguay se topará ahora con los holandeses el martes y España protagonizará el miércoles con Alemania lo que podría ser una final anticipada.
A juzgar por lo visto hasta ahora, es previsible que en la final se midan Alemania y Holanda, en lo que sería una reedición de la final de 1974, que ganaron los alemanes en su propio terreno.
Alemania despachó a Argentina 4-0 en los cuartos de final con dos goles de Miroslav Klose, quien suma 14 tantos en copas mundiales y quedó a uno del récord histórico de Ronaldo.
Los alemanes, que no ganan un título desde 1990, le hicieron también cuatro a Australia e Inglaterra.
“Estamos jugando como verdaderos campeones, con mucha clase”, declaró el técnico alemán Joachim Loew.
Alemania tiene un equipo muy bien plantado, letal en el contragolpe, que mezcla juventud y experiencia. Thomas Mueller, de 20 años, lleva anotados tres goles, que se sumen a los cuatro de Klose, en tanto que Mesut Oezil, otro prodigio de 21 años, y Bastian Schweinsteiger manejan el mediocampo con aplomo.
España avanza a los tropiezos y sufrió para ganarle 1-0 a Paraguay en los cuartos de final.
Pese a que tiene casi el mismo equipo que venció 1-0 a Alemania en la final de la última Eurocopa, su rendimiento es muy inferior.
Varios de sus jugadores vienen de lesiones, incluidos Fernando Torres, quien se ha visto muy poco, y Xavi Hernández. Pero cuenta con una carta de triunfo en David Villa, líder de la tabla de artilleros con cinco tantos.
Uruguay, que terminó quinto en la eliminatoria sudamericana, es el único país de su región con vida. Llegó a las semifinales sin haberle ganado a ningún grande –con excepción de una Francia venida a menos en la primera ronda– y tendrá muchos problemas para vencer a Holanda, el verdugo de Brasil.
Los uruguayos tendrán una baja importante, la de su goleador Luis Suárez, expulsado en los cuartos de final ante Ghana por usar las manos para evitar una segura caída de su arco en los segundos finales, con el marcador empatado 1-1. Esa acción mantuvo con vida a su equipo. Ghana marró el penal y los rioplatenses se impusieron luego en una definición desde los 12 pasos.
Holanda ha mostrado orden y oficio, aunque no mucho fútbol. Sin embargo, parece tener un equipo más sólido que el uruguayo.
Los holandeses eliminaron a Brasi con dos goles fortuitos y llevarían las de perder en la final, enfrenten a quien enfrenten, ya que tanto Alemania como España lucen más fuertes.