Dos horas sin electricidad en esta ciudad y en el Zulia entero son infernales, todo un sacrificio, pero que se podría agravar si no se desenchufa la política del tomacorriente.
Llegó la hora de ahorrar electricidad. Aún si llueve, hay que evitar el mal gasto de agua y el uso indiscriminado de luz. Nosotros no tenemos la culpa de las altas temperaturas en el Zulia, pero si del derroche que, para mi asombro, a veces tiene que ver con el odio al presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
He visto cómo existe gente que deja intencionalmente los bombillos encendidos, sólo con el objetivo de malbaratar la corriente esperanzada en un colapso, para poder responsabilizar al comandante del racionamiento.
A mi correo llegan mensajes como el de un lector quien se identifica con el nombre de Marcos Loaiza, que dice: “Amigo Periodista, soy asiduo seguidor de sus opiniones y le propongo que toque un tema muy comentado referido al ahorro de electricidad, trabajo de taxista y recorro la cuidad día y noche y da dolor ver que todavía se observan hileras de bombillos encendidos de los que colocan en navidad, para iluminar las calles”.
“Yo vivo en Cañada Honda, calle 91ª, y aquí hay viviendas donde los bombillos permanecen encendidos, en una oportunidad hice saber a uno de los responsable de esa anomalía que cometían un error, y me insultó diciendo que esa era la línea a seguir porque había que jo… al gobierno, además está conectado ilegalmente”.
Trato de consolarme pensando que son muy pocas las personas que tienen semejante criterio. Es una estupidez creer que con esa actitud le hacen daño a Chávez. El daño nos lo hacemos nosotros, porque con ese saboteo, sino llueve, lo que puede suceder es que tengan que incrementar las horas de racionamiento, para mayores penas.
Y el alto voltaje que tiene el máximo líder de la revolución venezolana en las encuestas no se lo van a bajar con esas medidas que van en contra del pueblo, como todas las estrategia que asume la oposición para enfrentarlo.
Tenemos casos emblemáticos como el saboteo a la industria petrolera que nos dejó sin gasolina, el continuo acaparamiento de los alimentos, las guarimbas, en fin, y ahora si no bajamos los breques de la política, lo que nos podemos es jo…todos como dice el mismo señor que deja los bombillos encendidos.
Alberto Morán