Policías y militares ecuatorianos salieron este jueves las calles para protestar por un proyecto de ley que elimina algunos incentivos profesionales y protagonizaron incidentes en los que se vio envuelto incluso el presidente Rafael Correa, quien denunció intentos de desestabilizar la democracia en Ecuador.
«El Gobierno ecuatoriano está respondiendo con la dignidad y la certeza histórica de que defendemos el interés público, de que no admitimos ni chantajes, ni presiones, ni amenazas», declaró el embajador.
El diplomático aseveró que el Ejecutivo de Correa no va a permitir «que estos hechos decanten (en) situaciones que los sectores que buscan generar inestabilidad democrática en el Ecuador aprovechen para magnificar una circunstancia que deberá ser tratada en la institucionalidad pública ecuatoriana».
Ecuador forma parte de la ALBA, grupo impulsado por Venezuela y Cuba, que integra también a Bolivia, Nicaragua y pequeñas naciones caribeñas.