“Un grupo de muyaidines (combatientes) encolerizados entre los fieles de Alá lanzó un ataque contra una guarida obscena de la idolatría que es siempre usada por los cristianos de Irak como cuartel general del combate contra el islam y del apoyo a los que combates a esta religión”, indica el comunicado.
Esta declaración es consecutiva a la toma de rehenes en una iglesia siríaca católica situada en el centro de Bagdad, durante la cual siete cristianos murieron y al menos 13 resultaron heridos la noche del domingo.
Las fuerzas de seguridad iraquíes lanzaron el asalto, respaldadas por tropas norteamericanas, matando a ocho de los nueve atacantes en la iglesia. Uno de los insurgentes se había hecho volar con explosivos antes.
El EII no especifica la fecha ni el lugar de la operación, pero afirma que fue realizada “para ayudar a nuestras pobres hermanas musulmanas cautivas en el país musulmán de Egipto”.
El EII da a la Iglesia copta de Egipto 48 horas para indicar el estado de estas mujeres “prisioneras en (…) los monasterios de la infidelidad y en las iglesias de la idolatría en Egipto” y para liberarlas.