El temporal, con vientos que llegaron hasta los 74 kilómetros por hora, también afectó municipios como Taquerí, Teuroni, Sao Leopoldo, Venancio Aires y Porto Alegre, este último capital regional, y dejó sin luz a cerca de 73.000 personas.
El hecho más grave se registró en Igrejinha, municipio en el interior de Río Grande do Sul y en donde un deslizamiento de tierras sepultó al menos seis viviendas y provocó la muerte de al menos dos personas, en tanto que otras cinco declaradas como desaparecidas son buscadas en medio de toneladas de barro.
Una de las víctimas fue el empresario Fernando Leite de Lima, que dormía en una de las residencias con su esposa y tres de sus hijos, aún desaparecidos.
Los bomberos consiguieron rescatar con vida a otras veinte personas que estaban en las casas sepultadas por el deslizamiento.
Otro deslizamiento en un barrio humilde de Nova Hamburgo sepultó una vivienda en la que estaban tres hermanos, de 9, 11 y 13 años, que murieron sepultados por el alud.
El derrumbe de un galpón en Fazenda Vilanova provocó la muerte de un agricultor que intentaba salvar sus herramientas de trabajo de una inundación, y en Sapucaia do Sul una persona murió electrocutada por cables de alta tensión que estaban en el piso.
La caída del tejado de un supermercado en Venencio Aires dejó heridas a dos personas.
Cerca del 80 por ciento de las calles de la ciudad de Santa Cruz quedó bajo las aguas luego de un temporal con 143 litros de agua por metro cuadrado.
El Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) alertó que las actuales condiciones aún son propicias para nuevas lluvias, incluso con granizo, y vientos fuertes este sábado en las regiones oeste, centro y norte de Río Grande do Sul.