ofensiva militar lanzada para acallar las voces disidentes, el mismo día en que
las tropas entraron en las ciudades de Deir el Zur y Haula causando cerca de 50
muertos.
Al Assad aseguró que es un «deber del Estado» proteger la
seguridad de sus ciudadanos y actuar contra los «delincuentes que violan la ley,
cortan carreteras, cierran ciudades y aterrorizan a las familias», mencionó Efe.
Mientras las autoridades volvieron a acusar a delincuentes y terroristas
de la violencia que asuela el país, grupos opositores denunciaron que el
Ejército irrumpió en Deir al Zur y Haula (provincia de Homs) y bombardeó varias
zonas con tanques y artillería pesada.
En medio de estos ataques, las
autoridades detuvieron en Aleppo al conocido opositor Mohamed Haji Darwish, uno
de los firmantes de la Declaración de Damasco, que exigía reformas democráticas
al régimen de Al Assad.
Condena mundial
El aumento de la
represión desde el inicio del mes sagrado musulmán de Ramadán ha forzado a los
actores de la comunidad internacional a romper su silencio y condenar firmemente
la actuación represora del régimen sirio.
Si el pasado 3 de agosto fue
el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el sábado
fueron las monarquías del Golfo Pérsico quienes emitieron su condena, ayer la
Liga Árabe pidió a las autoridades sirias «la detención inmediata de todos los
actos de violencia y de las ofensivas militares para evitar el derramamiento de
sangre de civiles» en el país.
El secretario general de la organización
panárabe, Nabil el Arabi, expresó su profunda preocupación por «el deterioro de
la situación en Siria», aunque dio una oportunidad a las reformas anunciadas por
el régimen de Al Assad.
De hecho, Al Assad destacó que Siria «continúa
en el camino de las reformas con pasos firmes», durante una reunión en Damasco
con el ministro libanés de Asuntos Exteriores, Adnan Mansur, cuyo país fue el
único que se abstuvo en la declaración del Consejo de Seguridad de la ONU.
Jadam denuncia genocidio
El exvicepresidente sirio y
líder opositor Abdel Halim Jadam dijo desde París, donde está exiliado, que
estos compromisos son «una maniobra (de Al Assad) para ganar tiempo».
«¿Es posible que un régimen dictador avance hacia la democracia?», se
preguntó Jadam, quien auguró la caída del régimen sirio en breve.
«El
régimen ya ha fracasado, porque no puede moverse sin tanques, ha perdido su
legitimidad. Creo que ocurrirá un gran colapso del régimen», dijo.
Jadam
quien abandonó su patria a finales de 2005, calificó de «genocidio» los
incidentes que ocurren en su país.
«La familia gobernante ha pasado de
ser una familia que gobierna y practica la corrupción a convertirse en
chupadores de sangre», afirmó.
Además, denunció que «el Ejército creado
por los sirios para proteger a la nación se ha convertido en una fuerza de
ocupación que no comete nada más que crímenes brutales, como en la Edad Media».
Embajador solidario
El embajador de Estados Unidos en
Siria, Robert Ford, afirmó que piensa continuar sus periplos por el país para
dar cuenta de la «odiosa» represión ejercida por el régimen contra los
manifestantes.
«No me preocupa verdaderamente (irritar al régimen sirio)
porque tenemos que demostrar nuestra solidaridad con quienes manifiestan
pacíficamente», dijo el diplomático en el programa This Week de la cadena
ABC, agregó AFP.
La canciller Angela Merkel y los presidentes Barack
Obama y Nicolas Sarkozy acordaron el viernes tomar medidas adicionales contra el
régimen sirio tras la condena de la ONU.
Estados Unidos llamó el viernes
a sus ciudadanos a «abandonar de inmediato» el país asiático.