ÚN | Reuters.- Para mantener a tantos aviones en el aire como fuera posible en la mitad de un fin de semana festivo, la aerolínea limitó muchos vuelos de corta distancia a 100 pasajeros para que el personal cumpliera los requisitos de seguridad.
Eso significa que muchas naves iban con asientos vacíos.
Varios sindicatos están instando al personal de cabina a que extienda sus paralizaciones hasta el miércoles a última hora. Una de sus quejas se centra en un plan para reducir el personal en los vuelos de larga distancia.
La aerolínea suspendió nueve vuelos de larga distancia a destinos como Tokio, Nueva York y Abu Dabi, pero predijo que sólo serían la mitad el lunes en estos recorridos.
El martes 1 de noviembre es feriado nacional en Francia y muchos se tomaron libre el lunes. La huelga también se produce en medio de unas vacaciones escolares.
La interrupción del servicio en los principales aeropuertos de París, Charles de Gaulle y Orly, fue limitada porque Air France advirtió con anterioridad que el 20 por ciento de los aproximadamente 1.000 vuelos diarios de la aerolínea quedarían descartados.
La compañía dijo que la protesta es incomprensible y en un comunicado el fin de semana afirmó que la huelga era como haber sido tomada como rehén en momentos de gran tráfico aéreo.
Algunos viajeros entrevistados por cadenas de televisión locales dijeron que volverían en tren, mientras otros afirmaron que esperarían para tomar un avión en los próximos días.
Las acciones de Air France-KLM, que tiene previsto publicar resultados el 9 de noviembre, recibieron un golpe tras reportes de medios de que estaba preparándose para emitir una advertencia sobre sus beneficios.
La aerolínea dijo el martes, en respuesta a los reportes, que no divulgaría datos económicos hasta el 9 de noviembre.
Air France-KLM, la mayor aerolínea europea por ingresos, se formó en el 2004 con la fusión de Air France y la holandesa KLM. La acción industrial afecta sólo a la parte francesa de la operación