Durante una audiencia con el presidente del Parlamento turco, Mehmet Alí Sahin, de visita oficial en Teherán, el mandatario acusó a Occidente de egoísmo ya que en su opinión en ningún momento ha querido resolver los problemas.
“La Declaración de Teherán es un mecanismo que está vivo y que puede desempeñar un importante papel en la arena internacional. Es el inicio de una nueva era”, afirmó.
“No sólo trata la cuestión nuclear iraní, si no que representa un nuevo modelo para las relaciones internacionales cimentadas en la negociación, la lógica y la justicia”, agregó.
Al hilo de este argumento, Ahmadineyad aprovechó para criticar de nuevo a las potencias de Occidente, a las que acusó ser las responsables del callejón sin salida en el que ha entrado la polémica nuclear iraní.
“Los poderes del mundo no están felices con esta declaración porque no desean resolver los problemas a través de la justicia. Sólo defienden sus propios intereses”, apostilló.
En la misma línea se expresó el legislador turco, quien subrayó que su país considera que el documento de Teherán “aún está sobre la mesa”, pese a las sanciones aprobadas el pasado miércoles por las Naciones Unidas.
El Consejo de Seguridad de la ONU aceptó el endurecimiento de las medidas punitivas contra Irán con la sola oposición de Turquía y Brasil, y la abstención del Líbano.
“Turquía cree que la Declaración de Teherán ha proporcionado respeto y honor a los tres países firmantes y avergüenza a aquellos que han votado a favor de las sanciones”, afirmó Sahin, citado por la televisión estatal iraní.
La llamada “Declaración de Teherán” comprometía a Irán a enviar a Turquía una parte de su uranio al 3,5 por ciento a cambio de recibir un año después combustible nuclear enriquecido al 20 por ciento para su reactor civil Teherán.
El régimen iraní había rechazado el pasado noviembre una oferta igual hecha por Estados Unidos, el Reino Unido y Rusia con condiciones similares.
EFE