«Esta ha sido mi mejor salida en Venezuela», celebró Pollok luego de la victoria por 5-2 sobre los melenudos, que venían de anotar 17 carreras en sus últimos dos cotejos. «Ellos (Caracas) tienen un gran line up, pero yo mezclé muy bien mis pitcheos».
Entre ellos el sinker, el cual congestionó la ofensiva de los locales. «Hay que darle mucho crédito a Pollok», reconoció el manager caraquista, Tim Teufel. «Todo su repertorio tuvo mucha movilidad y no pudimos conectar más allá de roletazos».
Teufel, irónicamente, fue lo más agresivo que demostró su equipo en el terreno. En el cuarto episodio fue expulsado por reclamar un doble por regla de Marwin González. «El niño que recoge las pelotas se equivocó al agarrar ese batazo, pero los árbitros debieron imponer su apreciación y darle a González al menos un doble», expuso.
La decisión arbitral hizo explotar a Teufel, quien ensució dos veces el home y, al mejor estilo de Carlos Zambrano, «expulsó» a la cuarteta arbitral. Mientras salía del terreno, los caraquistas lo despidieron con una de las más sonoras ovaciones de la zafra. «Me gustó la reacción del público, porque saben que estamos aquí para ganar. Si me conecto con ellos es porque estoy haciendo mi trabajo».
Al hablar de conexión, hay que hacerlo de Eduardo Pérez, quien el fin de semana fue cambiado de Leones a Águilas por Wilfredo Romero, y anoche saludó a sus antiguos compañeros con tres hits, entre ellos un jonrón de dos carreras en el segundo acto.
«Me ayudó el hecho de conocer a Chad Reineke. Lo había enfrentado en pretemporada y sabía que me lanzaría la recta cortada», reveló.
Lo de Pérez marcó el camino de una noche en la que Pollok apagó los bates caraqueños y le tapó las vías hacia la victoria.