Los organismos de Naciones Unidas presentes en Alepo están trabajándo en diferentes áreas para atender las necesidades más urgentes de la población luego de que el Gobierno recuperara el control de la zona oriental de la ciudad de manos de los grupos armados de oposición.
Así lo informó hoy el coordinador humanitario de la ONU para Siria, Sajjad Malik, en una conferencia de prensa que dio vía telefónica desde Alepo en la que aseveró que el nivel de destrucción de la ciudad es extremo, pero que la población se muestra esperanzada.
Malik señaló que una de las prioridades ha sido la distribución de agua potable, puesto que los enfrentamientos dañaron la red hidráulica de la ciudad. Agregó que hasta el momento se ha logrado que 1,1 millones de personas puedan acceder al preciado líquido.
Asimismo, Malik destacó la asistencia en materia de salud. “Hay siete clínicas móviles y doce equipos sanitarios visitando diariamente el este de Alepo. También tenemos listas 20 toneladas de suministros médicos, suficientes para dar tratamiento a 300.000 personas. Hemos vacunado a más de 10.000 niños contra la polio”, dijo.
Indicó que más de 1.300 heridos graves fueron trasladados del este al oeste de la ciudad para ser atendidos en los hospitales públicos.
Malik añadió que también se han repartido estuches con productos básicos de higiene personal y que proveen comida caliente dos veces al día a unas 20.000 personas. El coordinador humanitario refirió, por otra parte, que pese a las condiciones precarias en que habitan, los sirios muestran optimismo y esperanza al cesar los enfrentamientos en Alepo.
Aunque es muy difícil precisar un número exacto la ONU estima que 1,5 millones de personas viven en Alepo,