La escasez de productos ha llevado a la población a obtener lo que encuentre en cualquier esquina, por lo que personas se han aprovechado de la situación y han creado una manteca con colorante y sal para hacerla pasar por mantequilla.
Esta falsificación de la mantequilla es vendida en la calle, supermercados y panaderías.
“Yo no recomendaría esto para nadie —hay unos estándares dentro de la industria que es lo que brinda el permiso sanitario— sobre todo en el estado inescrupuloso que estamos viviendo, que no se sabe de dónde se saca esa grasa, si es animal o vegetal, ni si los colorantes son aptos para el consumo humano”, dijo la nutricionista Lida Mejía de Copello.
“El peor origen son las que quedan al fondo de las freidoras, es esa goma blanca maloliente. Toda grasa que se sobrecalienta da origen a croleínas que son sustancias cancerosas”, resaltó Mejía.
“La grasa que no sea bien tratada y que entre en el tracto digestivo, además de dar diarreas, promueve el crecimiento de cólicos a una persona que ya tenga el referente personal o familiar, el colon empeoran rápidamente, pudiendo llegar al cáncer”
“Si la persona tiene una salud fuerte, una vez que se digiera ese producto inevitablemente va a subir el colesterol, va oxidar todos los tejidos porque es una grasa de mala calidad, acelera la arterosclerosis. Consumir esa grasa traerá un sin número de problemas”, señaló la especialista.
La mantequilla es un derivado de la grasa de la leche por lo que por su alto contenido graso se derrite a temperatura ambiente y tiene sabor a lácteos.
fuente.panorama