A continuación el reporte completo que publica el diario El Universal:
Repleto y enardecido. Así recibió el estacionamiento del Poliedro de Caracas tras una larga espera matizada por anuncios, suspensiones y nuevas posibles fechas, a la banda estadounidense Aerosmith.
La antesala criolla estuvo a cargo de Atkinson, quienes entre tema y tema no dudaron en hacer públicas sus firmes opiniones sobre la libertad y una radio sin censura.
Fue Ramón Castro el encargado de las presentaciones y los saludos, para exactamente a las 9:00 p.m. dar paso a los “chicos malos de Boston” en medio de aplausos y gritos.
Un inmenso telón con el logo de la agrupación tapó la boca del enorme escenario para dejar sonar los acordes de Back to the saddle, para que comenzara el concierto. Sobretodo blanco, pantalones plateados, sombrero de ala ancha y gafas oscuras vistieron como la estrella que es a Steven Tyler, quien tomó como base una pequeña pasarela de la tarima junto a Joe Perry casi toda la primera canción. Love in an elevator, Falling in love is so hard on your knees, I’ ll show you how to rock and roll, Pink, Ship away, Dream on, Living on the edge, Crazy y Cryin’ se dejaron oír una tras otra entre la euforia del aforo.
Un solo de batería de Joey Krammer compartido con Tyler enloqueció a los asistentes y marcó un descanso para el resto de la banda.
Booggie night regresó a los músicos a escena. I dont wanna miss a thing logró que una voz al unísono se sumara a la de Tyler.
Sweet emotion siguió en la lista, hasta que Perry tomó la batuta para cantar un blues que contó con el servicio de Tyler en la armónica. Home sweet home retomó el espíritu rockero de la noche. Dos temas siguieron para que un blackout despertara el clamor del público por más. Walk this way sonó entonces.
Entre en público se dejaron ver los actores Juan Carlos García y Cristóbal Lander junto a sendas acompañantes. María Gabriela de Faría y Reynaldo Zavarse también dijeron presente en esta cita lejos de su edulcorado pop Isa TK+. Adrián Delgado fue en estéreo con las morochas Braun y Henrique Capriles Radonski cesó las actividades de gobierno por un rato para disfrutar de los rockeros, cosa que también hicieron Luis Chataing y Leonardo Padrón.
Felices todos, artistas y seguidores, se llevaron la satisfacción como souvenir, después de una noche que demostró que lo bueno se hace esperar.
17 horas de espera
Precisamente una larga espera precedió al concierto. Hasta 17 horas de antesala realizaron cientos de seguidores que desde las tres de la madrugada comenzaron a llegar al estacionamiento del Poliedro. Jóvenes y no tan jóvenes hicieron diferentes arreglos para poder disfrutar de sus ídolos.
EL UNIVERSAL