Lindsay Lohan ya puede estar orgullosa de sí misma. La polémica actriz ha batido récords y ha conseguido celebrar su día número 100 de sobriedad. Desde que la maldición de las chicas Disney cayó sobre ella, la artista ha estado dando tumbos por el mundo del alcohol y las drogas. Actualmente, LiLo cumple condena en un centro de rehabilitación de Malibú. Parece que esta vez a la artista de Machete se le está dando muy bien su recuperación en la clínica Betty Ford. Tanto es así que Lindsay hasta podría recuperar su carné de conducir y podrían permitirle salir durante el día del centro. Su padre, Michael Lohan, quien recuperó la relación con su hija hace poco, después de haber estado separados durante muchos años, está muy orgulloso de su recuperación. «Espero que siga así», dijo. Lindsay deberá cumplir el tratamiento hasta el día 3 de enero como parte de la condena que la jueza Elden Fox le impuso.
A principios de este mes, anunciaron que Lohan tendría que pasar las Navidades en California en vez de viajar hasta Nueva York para estar junto a su madre Dina y el resto de la familia. «Dina quiere que Lindsay vuelva a casa por Navidad, pero eso no ocurrirá», aseguró una fuente.
«La jueza Elden Fox fue muy clara cuando ordenó que Lindsay no saldría de rehabilitación hasta después de Año Nuevo», añadió. «No pudo abandonar el centro para el puente de Acción de Gracias y no lo hará ahora. Dina la quiere en casa, mientras que Michael apoya las decisiones del equipo médico».