Omaira Parra (63) asegura tener “mucho tiempo” sin adquirir leche en polvo y cuando la encuentra “está a 45 bolívares. Demasiada cara para comprarla”.
Parra tuvo que optar por utilizar la leche líquida pasteurizada y de larga duración.
Por su parte, Rafael Díaz (75) se muestra preocupado por la escasez. Resalta que necesita alimentarse con el lácteo para reducir los riesgos de la osteoporosis. “La margarina casi nunca llega y menos el aceite. No se ve y está difícil conseguir en los supermercados de la zona”.
Tras la toma de las industrias del sector lácteo (plantas Los Andes, Parmalat) y grasas (Palmeras Diana), se justifica la caída de la producción. A tres años, la escasez se mantiene en los mercados socialistas y privados del país.
Cerca de seis millones 304 mil 950 hogares lograron comprar aceite el año pasado, de acuerdo a indicadores del Instituto Nacional de Estadística.
Sólo en margarina hubo cinco millones 791 mil 658 familias que se abastecieron de la grasa salada para untar.
Con información de La Verdad