Los servicios secretos ucranianos descubrieron este complot después de una explosión en un apartamento de Odessa (sur de Ucrania) en la que murió una persona.
Otras dos personas fueron detenidas y afirmaron, según la televisión Pervyi Kanal, que trabajaban para el líder islamista Doku Umarov, enemigo número uno del Kremlin.
Uno de los sospechosos detenidos, Ilvi Pianzin, declaró, al ser interrogado, que el grupo había llegado a Ucrania proveniente de los Emiratos Arabes Unidos vía Turquía.
Según Pianzin, el grupo debía entrenarse en la fabricación de bombas en Ucrania y cometer atentados en Rusia, donde debían culminar su tarea con un intento de asesinato de Putin.
El portavoz de Putin, Dmitri Peskov, confirmó las informaciones pero se negó a cualquier comentario, indicó la agencia Interfax.