Este fin de semana los sectores cercanos a donde se celebra la Feria de Barquisimeto se ven colmados de funcionarios de los diferentes organismos de seguridad, pero los que se encuentran en las afueras, sobre todo en el oeste y el norte, permanecen desasistidos de protección, permitiendo a los antisociales actuar sin muchos impedimentos en perjuicio de aquellos ciudadanos que en las noches se atreven a salir a sus calles.
Una prueba de eso se presentó la noche del sábado, cerca de las 10, en la carrera 14 con calle 3 del barrio Cerritos Blancos, al suroeste, donde los integrantes de una pandilla que durante mucho tiempo han impuesto la ley del terror en la zona asesinaron a un efectivo de la Guardia Nacional que se encontraba en la ciudad disfrutando los últimos días de su período vacacional.
La víctima es Isidro Antonio Rangel Colmenares, de 35 años, sargento mayor ayudante, quien estaba destacado en Coro, estado Falcón, donde residía con su esposa y una hija pequeña.
La familia de Rangel, entre ellos su progenitora, Gaudys Colmenares, viven en el barrio Caribe 2, carrera 4 con calle 6, donde el funcionario estuvo desde hace varios días cuando llegó procedente de Coro para pasar sus vacaciones.
Apesadumbrada, Gaudys Lucena explicó que la noche del sábado su hija, en compañía de una sobrina de 19 años, salió con el propósito de comprar pollos en brasa para comerlos en casa.
Ellos, señaló, iban en el carro de el, un Chevrolet color azul y por lo que dice la muchacha, en la cuatro le salieron unos tipos armados y les amenazaron para que les entregara el carro, pero como se resistió le dispararon.
Los delincuentes no pudieron llevarse el vehículo pero si la vida de Isidro Antonio, quien quedó sangrante dentro del mismo, falleciendo antes de que pudiera recibir atención médica mientras los criminales huyeron internándose en las callejuelas de la barriada amparados en la oscuridad.
El cuerpo del infortunado funcionario fue llevado posteriormente a la morgue del Hospital Central donde le apreciaron dos orificios de bala en el tórax y abdomen.
Gaudys Colmenares informó que su hijo llevaba 17 años en la Guardia Nacional y últimamente desempeñaba un cargo de responsabilidad en la institución en Coro, ciudad a la que debía regresar dentro de tres días.
Se quejó de la inseguridad reinante en la mayoría de las barriadas del oeste de Barquisimeto, especialmente en el sector donde mataron a su hijo, el cual, según manifestó, es conocido como “la guillotina” por su alta peligrosidad.
Se presume que los autores del homicidio sean los mismos integrantes de una pandilla que durante los últimos meses ha cometido numerosos atracos en Cerritos Blancos, especialmente en horas de la noche y los fines de semana.