El 7 de julio de cada año se celebra el Día de la Conservación del Suelo, en memoria del científico Hugh Hammond Bennett un pionero en conservación del suelo en Estados Unidos y que falleciera el 7 de julio de 1960.
El suelo es uno de los recursos naturales más valiosos con que cuenta cualquier ecosistema y que influyen en la seguridad alimentaria y en la calidad de vida de las personas y demás seres vivos sean tanto animales como vegetales. De la calidad de los suelos; de su capacidad ecológica y productiva; y de su conservación y manejo racional, entre otros, dependen el equilibrio de los ecosistemas; la minimización de la actual crisis o deterioro ambiental y en definitiva el bienestar de los seres humanos.
El suelo del planeta en el que vivimos es esencial y fundamental para el mantenimiento de la parte de la Tierra en la que hay vida, la biosfera. El suelo es un sistema complejo en el que ocurren numerosos procesos químicos, físicos y biológicos. En el suelo viven miles de plantas y numerosas especies animales.
El Día Mundial de la Conservación de los Suelos pretende ser un día en el que se conciencie a la población mundial sobre la importancia que tiene para los humanos, animales y plantas, es decir, para los seres vivos la conservación del suelo.
Es muy importante que cada persona aprenda a conservar el lugar en el que vive y se poyan nuestros cimientos, la superficie terrestre. Las quemas y corta de los árboles pueden llegar a ser una de las causas de la erosión de la superficie, el uso exagerado de fertilizantes pueden llegar a ser la causa de empobrecimiento del suelo.