5 razones por las que no pierdes peso aunque vayas al gimnasio

Una alimentación correcta y ejercicio regular forman el binomio básico que cualquier médico recomienda cuando un paciente acude a su consulta buscando una ‘método milagro’ que le permita perder peso en poco tiempo. Sin embargo, no a todo el mundo le funcionan las tablas de ejercicios tradicionales.

Por diferentes motivos, en algunas ocasiones no se produce la pérdida de peso deseada después de acudir tarde tras tarde al gimnasio. Esto suele producir frustración y puede convertirse en un motivo importante para desapuntarse a los pocos meses. Mientras la mayoría de los estudios confirman que el deporte mejora la presión arterial, la salud y el estado de ánimo, el deporte no provoca la bajada de peso en todos los individuos. El último es el publicado por el British Journal of Sports Medicine y que ha sido desgranado por el cl

Estos son los principales motivos por los que tu plan de ‘dieta + gym’ podría estar fallando.

1. Un fallo en la alimentación. La Universidad Estatal de Arizona realizó un estudio con 81 mujeres con sobrepeso. No variaron su dieta y les elaboraron un programa de tres sesiones con cinta de correr durante 12 semanas. La mayoría no bajó de peso. Los científicos atribuyeron estos resultados a que ellas, sin ser conscientes, habían comenzado a comer un poco más.
La compensación. Los expertos del estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine apuntan a que una de las causas de engordar se debe a que las personas suelen intentar compensar las calorías ingeridas con las consumidas. Ese plátano o el sándwich que nos comemos como recompensa a un duro día de ejercicio puede estropear toda una jornada de aeróbic o de pesas.
La culpa es del marketing. Según los autores de este estudio, esta falsa creencia de que el ejercicio adelgaza de forma automática «tiene sus raíces en la maquinaria de las relaciones públicas de la industria alimentaria, que utiliza tácticas escalofriantemente similares a las grandes compañías de tabaco». No es necesario beberse un refresco energético si no se ha hecho un gran esfuerzo como correr un maratón.
El estrés. Aunque el deporte es uno de los grandes ‘remedios’ para reducir el estrés, también ayuda a producir cortisol, que normalmente se compensa con otras hormonas como las endorfinas.Cuando el sistema hormonal no funciona con normalidad, esta función de compensación no se produce y puede conducir a un aumento de peso. En situaciones de estrés, es más recomendable dar un relajante paseo por un parque a encerrarse en un gimnasio sobre una cinta de correr.
El sueño. No solo el estrés puede hacernos engordar. Si nuestras sesiones de gimnasio y una alimentación regular no son suficientes, debemos atender a otros factores como el descanso, que también puede afectar a nuestro cuerpo.

fuente.msm