3 Recetas de cocina saludable y tradicional de Interlaken
Interlaken es una ciudad suiza famosa por su belleza natural y su ubicación entre dos lagos alpinos. Pero además de sus paisajes, Interlaken también ofrece una gastronomía rica y variada, que combina lo mejor de la cocina suiza con influencias de otras regiones. En este artículo, te presentamos tres recetas de cocina saludable y tradicional de Interlaken, que puedes preparar en casa para disfrutar de los sabores de esta ciudad.
1. Sopa de queso y cerveza
Esta sopa es un plato típico de Interlaken, que se suele servir en invierno para combatir el frío. Es una sopa cremosa y reconfortante, que lleva queso gruyère, cerveza rubia, leche, caldo de verduras, cebolla, ajo, laurel, tomillo y nuez moscada. Se puede acompañar con pan tostado o crutones.
Para preparar esta sopa, se necesita:
– 50 g de mantequilla
– 1 cebolla picada
– 2 dientes de ajo picados
– 2 cucharadas de harina
– 500 ml de cerveza rubia
– 500 ml de leche
– 500 ml de caldo de verduras
– 300 g de queso gruyère rallado
– 1 hoja de laurel
– 1 ramita de tomillo
– Sal y pimienta al gusto
– Nuez moscada rallada al gusto
En una olla grande, se derrite la mantequilla a fuego medio y se saltea la cebolla y el ajo hasta que estén blandos. Se añade la harina y se cocina durante unos minutos, removiendo constantemente. Se vierte la cerveza poco a poco, sin dejar de remover, hasta que se forme una salsa espesa. Se agrega la leche, el caldo, el queso, el laurel y el tomillo. Se baja el fuego y se deja cocer durante unos 20 minutos, removiendo de vez en cuando. Se retira el laurel y el tomillo y se sazona con sal, pimienta y nuez moscada. Se sirve caliente con pan tostado o crutones.
2. Rösti con salchichas y salsa de cebolla
El rösti es una especie de tortilla o pastel de patatas ralladas, que se fríe en una sartén hasta que queda crujiente por fuera y tierno por dentro. Es uno de los platos más populares de Suiza, y se puede comer solo o con diferentes acompañamientos. En Interlaken, se suele servir con salchichas ahumadas y salsa de cebolla.
Para preparar el rösti, se necesita:
– 1 kg de patatas
– Sal al gusto
– 4 cucharadas de aceite vegetal o mantequilla
– 2 cucharadas de perejil picado (opcional)
Se pelan las patatas y se rallan con un rallador grueso. Se exprimen bien para eliminar el exceso de agua y se sazonan con sal. Se calienta el aceite o la mantequilla en una sartén grande antiadherente a fuego medio-alto. Se extiende una capa uniforme de patatas ralladas sobre la sartén y se presiona con una espátula para compactarla. Se cocina durante unos 15 minutos o hasta que esté dorada por abajo. Se da la vuelta con cuidado y se cocina por el otro lado durante otros 15 minutos o hasta que esté dorada también. Se espolvorea con perejil picado si se desea y se corta en porciones.
Para preparar las salchichas y la salsa de cebolla, se necesita:
– 8 salchichas ahumadas
– 2 cebollas grandes cortadas en aros finos
– 2 cucharadas de aceite vegetal o mantequilla
– 2 cucharadas de harina
– 500 ml de caldo de carne
– Sal y pimienta al gusto
En una sartén grande, se calienta el aceite o la mantequilla a fuego medio-alto y se fríen las salchichas hasta que estén doradas por todos lados. Se reservan en un plato. En la misma sartén, se saltea la cebolla hasta que esté caramelizada, unos 20 minutos. Se añade la harina y se cocina durante unos minutos, removiendo constantemente. Se vierte el caldo poco a poco, sin dejar de remover, hasta que se forme una salsa espesa. Se sazona con sal y pimienta. Se vuelve a poner las salchichas en la sartén y se deja cocer a fuego lento durante unos 10 minutos. Se sirve el rösti con las salchichas y la salsa de cebolla por encima.
3. Tarta de manzana y almendras
La tarta de manzana es un postre clásico de muchas cocinas, pero en Interlaken se le da un toque especial con almendras molidas y crema batida. Es una tarta sencilla pero deliciosa, que se puede disfrutar tanto fría como caliente.
Para preparar la tarta, se necesita:
– 1 lámina de masa quebrada
– 4 manzanas grandes peladas y cortadas en gajos finos
– 100 g de azúcar
– 100 g de almendras molidas
– 2 huevos
– 200 ml de nata líquida
– 1 cucharadita de extracto de vainilla
– 1 pizca de canela
– Azúcar glas para espolvorear (opcional)
– Crema batida para servir (opcional)
Se precalienta el horno a 180°C y se engrasa un molde redondo de unos 26 cm de diámetro. Se extiende la masa quebrada sobre el molde y se recorta el exceso. Se pincha la masa con un tenedor y se cubre con papel de aluminio. Se hornea durante unos 15 minutos o hasta que esté ligeramente dorada. Se deja enfriar un poco.
En un bol, se mezcla el azúcar, las almendras molidas, los huevos, la nata líquida, el extracto de vainilla y la canela hasta obtener una crema homogénea. Se vierte sobre la masa quebrada y se alisa con una espátula. Se distribuyen los gajos de manzana sobre la crema, presionando ligeramente para que queden parcialmente hundidos. Se hornea durante unos 25 minutos o hasta que la crema esté cuajada y las manzanas estén tiernas. Se deja enfriar completamente sobre una rejilla.
Se espolvorea con azúcar glas si se desea y se sirve con crema batida si se quiere.