acuática en el Lago de Maracaibo (Lemna), vuelve a causar molestias y
preocupaciones a más de 2 mil quinientas familias que viven de la pesca
artesanal en el Zulia.
Habitantes de las riberas de 13 municipios
zulianos, donde desde hace más de tres meses se ha concentrado gran cantidad de
esta capa maloliente, mezclada con petróleo y basura; exigen a los Gobiernos
nacional y regional, así como al Iclam, celeridad en las jornadas de
recolección, debido a los problemas de salud y las pérdidas que esto les
ocasiona en su principal fuente de ingresos.
Sobre este hecho el
gobernador Pablo Pérez dijo que se aprobaron millones de dólares, al Iclam y al
Ministerio del Ambiente, para la recolección de esta planta. «Yo quisiera saber
dónde está todo ese dinero y dónde está la famosa barcaza que iban a traer para
la recolección de la lemna», expresó, asegurando que ninguno de estos organismos
hizo alguna obra concreta para acabar o recolectar con esta planta.
Por
otra parte, representantes del Instituto para el Control y Preservación del Lago
de Maracaibo (Iclam) les plantearon a pescadores de Santa Rosa, en Maracaibo, y
en otros municipios como Miranda y San Francisco; una jornada de recolección
voluntaria. Pero miembros de consejos comunales se negaron y argumentaron que no
poseen herramientas y que es un trabajo que demora varias horas y días, por lo
que exigen que les remuneren por día y le den los implementos.
De esta
manera ayudarían a muchos que se encuentran desempleados y que no han podido
realizar su faena diaria, por los problemas que han tenido primero con derrames
petroleros y segundo por la presencia de la hidrófila.
El vocero de la
Asociación de Pescadores de Santa Rosa, Edmery Delgado, denunció que sino les
atienden llenarán varios camiones de lemna y los arrojarán frente a la sede del
Iclam en protesta, además de otras acciones contundentes. Desde el puente y en
la Vereda del Lago se puede ver como se ha acumulado, junto con la basura que
proviene de los caños, lo que ha proliferado las moscas, los gusanos y el mal
olor que aqueja a propios y visitantes.