Un muerto y 157 heridos dejó este miércoles el espectacular accidente de un avión que al aterrizar en un aeropuerto de la ciudad turca de Estambul se salió de la pista y quedó partido en tres pedazos.
El avión, un Boeing 737 de la compañía Pegasus Airlines, llevaba 177 personas a bordo y procedía de la ciudad costera de Esmirna.
Al llegar al aeropuerto de Sabiha Gokcen, en las afueras de Estambul, el aparato fue víctima de los fuertes vientos e intensas lluvias y acabó saliendo de la pista, según imágenes televisivas.
La cabina quedó totalmente seccionada en la parte delantera y un incendio se declaró a bordo, que fue controlado por los bomberos.
La mayoría de pasajeros pudieron salir por sus propios medios del aparato, mediante una escalera en la parte posterior, o caminando encima de las alas del aparato.
«En estos momentos están hospitalizados 157 heridos y uno de nuestros conciudadanos perdió la vida», declaró el ministro de Salud, Fahrettin Koca, en un encuentro con la prensa.
Pasajeros atrapados en el fuselaje
«Algunos pasajeros abandonaron el avión por sus propios medios, pero otros están atrapados en el interior y nuestros socorristas se esfuerzan en liberarlos» había señalado por su parte el ministro de Transportes, Cahit Turhan.
El avión se deslizó «a lo largo de unos 60 metros» tras salir de la pista, explicó el gobernador de Estambul, Ali Yerlikaya.
En el avión viajaban 171 pasajeros y se cree que seis tripulantes, informó la televisión pública TRT. Entre el pasaje había 12 niños, y personas de distintas nacionalidades, aunque por el momento no había más detalles.
Los dos pilotos del avión, uno turco y otro surcoreano, resultaron gravemente heridos, según distintos medios de comunicación.