2. Compra de alimentos. De esto debería encargarse una sola persona en el hogar ya que entre más integrantes del núcleo familiar participen, es posible que se agreguen más artículos de lo necesario.
3. No comprar por moda. Evitar compra porque “está de moda”. Ropa, accesorios y aparatos electrónicos forman parte de esta gama de productos.
4. Pagar tarjetas de crédito. Lo ideal es mantenerse al día con la cancelación de éstas para evitar el riesgo de perder ese instrumento de apoyo financiero.
5. Guardar para imprevistos. Es recomendable preservar un monto en las cuentas para que sirva de “colchón” para imprevistos. Este “botín” debe equivaler a tres meses del gasto corriente de la persona o del núcleo familiar.
6. Comprar lo que se revalorice. Debe invertir en aquello que con el tiempo, mantenga o aumente su valor original.
7. Remodelar, reformar o reparar. Apenas se tengan los recursos, aplicarlo esto a la infraestructura de su vivienda o a las necesidades del hogar antes de que aumente el costo necesario para hacerlo. ¿Y por qué no considerarlo en cualquier otro caso u objeto?
8. Pagar deudas. Hasta 30% de su ingreso debe ser para pagar deudas. “No es recomendable trascender este techo, a menos que la deuda sea para adquirir bienes necesarios y que se revaloricen en el tiempo”.
9. Préstamos baratos. Los docentes de la LUZ sugieren incurrir en deudas con índices de interés menores para cancelar lo que se le adeuda a mecanismos como las tarjetas de crédito, que tienen las tasas más altas de interés.
10. Priorizar antes de gastar. Pareciera un consejo obvio, sin embargo, un error común en las finanzas personales es dedicar recursos a actividades no esenciales como el ocio antes de tener cubiertas las necesidades básicas del mes.
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