“Los arrestos por unas declaraciones hechas en público de dos opositores notorios del presidente del país, Hugo Chávez, añadidas a las nuevas intenciones gubernamentales en materia de regulación de Internet, suscitan inquietudes en cuanto al futuro de la libertad de expresión en Venezuela”, indicó RSF en un comunicado.
La organización defensora de la libertad de prensa aseguró que las autoridades venezolanas equiparan “crítica o ataque verbal con conspiración contra el Estado”, lo que plantea la pregunta: “¿qué se puede decir todavía acerca del país y su presidente?”.
El presidente de Globovisión, Guillermo Zuloaga, afirmó el pasado domingo en la asamblea general de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que “no se puede hablar de libertad de expresión de verdad cuando un Gobierno utiliza su fuerza para reprimir medios, para cerrar medios”.
Agregó que en Venezuela “el presidente de la República utiliza la fuerza que tiene y la autoridad que tiene para manipular la opinión pública”.
Arrestado y luego puesto en libertad provisional con prohibición de salir del país ayer, jueves, puede ser condenado hasta a treinta meses de prisión por “ofensa al jefe del Estado” y a cinco años de cárcel por “causar pánico en la colectividad por medio de informaciones falsas difundidas por la prensa”.
Para RSF, la “ofensa al jefe del Estado” es una “herencia monárquica” que ha sido “abandonada en la mayoría de los países democráticos” pero que en Venezuela “es sinónimo de una condena casi automática”.
El pasado día 8, el ex gobernador del estado Zulia Oswaldo Álvarez Paz declaró en la cadena Globovisión que “Venezuela se había convertido en centro de operaciones que facilita los negocios del narcotráfico”.
Acusado de “instigación pública a delinquir”, de “conspiración” y de “difusión de información falsa”, Álvarez Paz está encarcelado desde el pasado lunes y se enfrenta a una condenad de entre dos y dieciséis años de prisión.
RSF se preguntó dónde se sitúan la “instigación a delinquir” y la “conspiración” en las palabras que pronunció el opositor.
El Nacional